la suerte suprema

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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

martes, 19 de marzo de 2024

Valencia. Verónicas celestiales / por Pla Ventura

 

"..Aplausos para Juan Pedro que ha traído tres toros fantásticos, tanto en presentación como en juego. La pena ha sido que una cayera en mano de Cayetano, un negado para el toreo; el otro en las de Juan Ortega que, sin que nadie sepamos las razones, no ha entendido a su enemigo; el tercero, en las manos de Borjita, ha estado muy tesonero pero, como digo una vez más, muy notables toros de Juan Pedro.."

Verónicas celestiales

Pla Ventura
Toros de Lidia/18 marzo, 2024
Poco ha dado de si la corrida de esta tarde si exceptuamos que hemos visto cinco verónicas celestiales por parte de Juan Ortega, una obra bellísima muy difícil de igualar. Se ha lidiado tres toros de Juan Pedro muy válidos para los toreros y tres del Puerto de San Lorenzo; digamos que, dos del Puerto y uno de la Ventana del Puerto.

Pese a que los toreros son mediáticos, tanto Cayetano como Juan Ortega por aquello de la boda fallida, apenas se ha congregado media plaza que, en realidad era lo de esperar. Nada nuevo bajo el sol como diría mi amigo Rafael Ruiz Boffa.

Cuesta mucho entender la presencia en tantos carteles de relumbrón de Cayetano, un fraude artístico de ley pero, mientras toreros inmensos como Curro Díaz se pudren en su casa, Cayetano ocupa un trono en todas las ferias. Nadie lo entiende y mucho menos desde hoy en que, ha desperdiciado un toro de escándalo, de los que salen de uvas a peras y, el madrileño lo ha molido a mantazos. Los toreros, a medida que van toreando a todos se les nota el progreso mientras que, este hombre, retrocede en su profesión cada tarde que torea. Qué pena de toro que se haya ido sin tener un artista delante para que nos hubiésemos emocionado, pero, no está hecha la miel para la boca del asno. 
En su segundo del Puerto de San Lorenzo, el animal tenía mucha violencia y buscaba un torero que no ha encontrado, y menos mal que Cayetano ha salido ileso tras la espantá que ha dado en la lidia. Al parecer, a Cayetano se le olvidó el carné en su casa y en Valencia hemos visto un torero vulgar frente a un toro bravo y, un hombre aperreado porque el toro pedía credenciales al torero.

Juan Ortega que en su primero ha tenido otro toro de Juan Pedro muy noble, repetidor, incluso hasta con ese puntito de casta que necesita un toro; un animal al que le ha dado las cinco verónicas más bellas de la feria de Valencia, calificarlas de celestiales sería poco. Ya, en la muleta, el toro tenía mucho recorrido, mucha bravura y sin el menor atisbo de peligro, pero, amigo, aquí viene el quid de la cuestión, Ortega no se ha entendido frente a un toro que tenía que haberle cortado las dos orejas. Ha tenido momentos bellos, pero, la faena ha discurrido entre enganchones, dudas y, como explico, sin haberse entendido ante su enemigo. Una pena porque era para cuajarlo por lo grande. Lo bueno de Juan Ortega es que ya tiene licencia par actuar en todas las ferias y con toros muy nobles; vamos, lo que definimos como una figura del toreo. 
Su segundo, un toro de menor entidad no se ha complicado la vida y lo ha toreado de forma despegada y vulgar. Toro y torero para olvidar.

Borja Jiménez ha tenido un primer toro del Puerto que ha repetido con franqueza, con el defecto de que parecía un novillo, un toro impropio de una plaza de primera. Mal empezamos. Borjita ha estado voluntarioso, tesonero, valiente a carta cabal; nada ha dejado por hacer, pero, le recordamos en tardes de la pasada temporada y su actuación en este animal nos ha parecido muy poca cosa, pese al gran esfuerzo que ha realizado el diestro. Ha matado de una gran estocada y la han dado una oreja de pueblo. 

En el último, de Juan Pedro, otro buen toro al que Jiménez le ha dado todos los pases habidos y por haber. Nadie discutirá la voluntad del diestro que, sin duda, va camino de ser un gran torero pero, que no se equivoque, con los toros pastueños se queda en una parodia; Borjita es un torero muy poderoso por dicha razón necesita de un toro encastado. Un pinchazo y un descabello han dejado la cosa en el vacío de la nada; de haberle dado una oreja hubiera sido un desacato. Insisto que, la disposición del diestro le puede llevar a lugares de altura pero, reitero, tiene que buscar el toro bravo, pero con mucha casta puesto que, mediante la misma es con la que logra emocionarnos a todos.

Aplausos para Juan Pedro que ha traído tres toros fantásticos, tanto en presentación como en juego. La pena ha sido que una cayera en mano de Cayetano, un negado para el toreo; el otro en las de Juan Ortega que, sin que nadie sepamos las razones, no ha entendido a su enemigo; el tercero, en las manos de Borjita, ha estado muy tesonero pero, como digo una vez más, muy notables toros de Juan Pedro. Tras todo lo contado, hasta me atrevo a pensar que mañana leeremos en algún que otro portalito de Belén que el presidente le ha negado la puerta grande a Borja Jiménez; lo barrunto, aunque quiero equivocarme. A mi me encanta el triunfo de los toreros, el verdadero, pero me hastía el triunfalismo que es la manera más sencilla de engañar a los toreros.

lunes, 18 de marzo de 2024

Zamora, del 5 al 7Abril: Cardenal Porras asistirá al I Encuentro de Capellanes y Sacerdotes Taurinos

Cardenal Baltazar Porras durante un coloquio taurino en San Cristóbal en Febrero de 2009. Foto: Comana

Su Eminencia, amigo personal del Papa Francisco, lleva a gala su cercanía a la tauromaquia poniéndola en valor desde tan alto cargo en la Iglesia católica, siempre unida a la Fiesta.

Desde Caracas se desplazará a Zamora para participar en el “I Encuentro Internacional de Capellanes y Sacerdotes Taurinos”

Miembros de diferentes órdenes religiosas de España y distintos países taurinos de América acudirán al Encuentro a realizarse en Zamora, capital de la provincia homónima, dentro de la comunidad de Castilla y León.

El I Encuentro de Capellanes y Sacerdotes Taurinos a celebrar en Zamora los días 5 al 7 de abril, al que ya se han inscrito un importante número de sacerdotes de España y países taurinos de América, pertenecientes a distintas órdenes religiosas, incluso entre ellos, miembros de la Conferencia Episcopal Española, ve acrecentada su importancia con la asistencia del Eminentísimo y Reverendísimo Señor D. Baltazar Enrique Porras Cardozo, Cardenal venezolano y arzobispo de la ciudad de Caracas.

Su Eminencia, amigo personal de Su Santidad el Papa Francisco, mantiene una abierta afición a la tauromaquia, poniéndola en valor desde tan alto cargo que ostenta en la Iglesia católica, siempre unida a La Fiesta y viceversa.

Contar con alguien de la dimensión institucional y humana como es el Cardenal Baltazar, supone un acto de consideración hacia sus semejantes de gran magnitud, en este caso, hombres sencillos que asisten de capellanes en las plazas de toros del mundo, para junto a los toreros o por separado, rezar y contarle a Dios sin que nadie se entere, las cosas importantes de la vida.

El Cardenal Baltazar está en sintonía hispanoamericana y conoce nuestras tradiciones y cultura, suponiendo un esfuerzo su desplazamiento desde Caracas, para reforzar así el nexo de unión que los capellanes representan entre la religión y este rito que es la tauromaquia, siendo intención de estas jornadas trabajar para que su figura no se pierda o devalúe.La Fiesta de los toros, así como la religión católica, requiere la implicación de cuantos más de nosotros mejor, para que pueda desarrollarse, extenderse y crecer.

Hasta el día 22 de marzo, cualquier sacerdote o religioso cercano a La Fiesta puede inscribirse para participar de un programa elaborado conjuntamente entre la Asociación Internacional de Tauromaquia y la Delegación de Patrimonio del Obispado de Zamora, que también contiene actos abiertos al público a los que cualquier persona interesada en el patrimonio cultural alrededor de la Fe y la Fiesta podrá asistir.

SOBRE SU EMINENCIA

Brindis de Juan José Padilla en 2013

El Cardenal Porras frecuentemente asiste a la Feria del Sol en Mérida.

Hablar del Cardenal Baltazar Enrique Porras Cardozo, es hablar de un ilustre venezolano de nuestra época, insigne sacerdote que ha mostrado los valores más altos y significativos que distinguen a los hijos de Venezuela.

Un hombre siempre dialogante, académico, crítico, amante de la historia patria y universal, un pastor que “huele a oveja” y que es un padre episcopal para su presbiterio, amante y sembrador de la cultura, la lectura, la música, pero lo que respecta a este congreso taurino, un aficionado de “hueso colorao”.

Don Baltazar nació en la capital de Venezuela el 10 de octubre de 1944, sin embargo, tiene raíces andinas, donde aún, en la actualidad, se conserva la cantera de aficionados y escuelas taurinas en tierras venezolanas.

En 2019 Mérida ofreció un Festival Taurino en

Durante su formación teológica y su paso por España, específicamente por Salamanca, tuvo ese contacto con el campo bravo español y con diversos tratados taurinos, los cuales ha enarbolado para defender la fiesta de los ataques de los “antitaurinos” carentes de verdad ética en el tratamiento de los astados, porque en su mayoría critican las características propias de la lidia, para ello concluye: La contemplación de este arte, el de la superioridad de la fragilidad humana sobre la fuerza y el envite de la fiera no genera odios ni muertes como otras disciplinas, sino el sabio desquite hecho con garbo y finura (2016).

En la celebración de sus bodas de oro sacerdotales fue inspiración para dedicarle escritos 

Durante su episcopado en Mérida (Venezuela), tuvo siempre la atención de proveer de la figura del capellán en la Plaza, otras tantas, su Eminencia se reunió con el gremio taurino y ferial para celebrar la Eucaristía, invocando la maternal intercesión de la Inmaculada Concepción (Patrona emeritense) y la del Rocío, advocación que durante los últimos veinte años ha calado en todo el occidente de Venezuela.

Don Baltazar también es primo de D. Eutiquio Hevia Porras, periodista taurino e historiador de la provincia del Táchira (Venezuela), y también de D. José Hernán Sánchez Porras (+) de feliz memoria, 2do Obispo castrense de Venezuela, andino de nacimiento y recordado rector del seminario de San Cristóbal, donde también acudía a las tardes de toros de San Sebastián con algunos seminaristas, extendiendo así la afición a sus pupilos eclesiásticos.

Monseñor Baltazar Porras Cardozo ha compartido su labor pastoral con su afición y pasión por la tauromaquia, con lo que Venezuela cuenta con un Cardenal Taurino. Ha frecuentado las tardes de toros en su amada Mérida, donde se recuerda a Juan José Padilla que le brindó un toro, e incluso se le ha visto en el tendido de la plaza de toros de Las Ventas de Madrid.

El cronista taurino Juan Ramón Romero lo ha definido así: “un apasionado de la ética del toreo. Sabe de tauromaquia como un experto. Ama la función fundamental de la tauromaquia en la ecología y la creación".


Es miembro del círculo taurino amigos de la Dinastía Bienvenida capítulo Mérida–Venezuela.

Actualmente, el Cardenal Baltazar Porras es el Arzobispo de Caracas, y a sus 79 años sigue incansable su labor episcopal en Venezuela.
Padre Kevin Mora. Vicario Parroquial de Olivenza. Badajoz.

VALENCIA FALLAS / 8ª. Ortega pagó todo / por Jorge Arturo Díaz Reyes

Juan Ortega con "Poderoso". Fotograma: OneToro TV

Borja Jiménez corta una oreja y se da una vuelta. Juan Ortega saluda y recibe palmas. Cayetano en mala tarde. Generoso encierro de tres hierros...

Ortega pagó todo

Jorge Arturo Díaz Reyes
CrónicaToro/III 18 24
Bastaría decir que nació en Triana y se llama Juan. Podríamos decir de Juan Ortega, parafraseando a Corrochano en su elogio de hace cien años al El Niño de la Palma. Y no creería cometer ningún dislate. Torear de capa como toreó él hoy en la plaza de Valencia roza la sublimidad.

Eran como las siete y media de la noche, hora española, cuando sucedió. Vestido a lo Manolete en Linares, rosa pálido y oro, Juan le salió al encuentro a “Poderoso”, el segundo juanpedro, número 23, cinqueño, negro astifino, de 541 kilos. que acometió por derecho. Había viento frío y el aterido público de apenas sobrepasaba la media plaza parecía tener una sensación de algo, pero nunca de tanto.

El compás abierto, los talones asentados, las piernas y el cuerpo verticales, a plomada, el pecho al viaje, la cabeza desgonzada como para murmurar una oración, las manos bajas, tan solo separadas con el capotito inconsútil de colores clásico, apenas sostenido por las yemas de los dedos, y mecido casi que imperceptiblemente, tan lento, tan lento e intocado por los pitones humillados que como hipnotizados lo seguían a milímetros, eternamente, como si fuesen al infinito, empujados por la brutalidad sometida de su más de media tonelada. Todo tan natural, tan fácil, tan sobrio, tan conmovedor.

Una, dos, tres, cuatro, cinco, seis veces se repitió el éxtasis, entonces la media verónica enrosco el animal delicadamente como si fuese una linda mujer en danza, y la revolera florida de pies juntos y de estatuaria quietud, como eje, le hiciera repetir la órbita para rendirla de placer. 

La plaza rugía estremecida en el fondo de sus instintos ancestrales. Porque en el toreo la emoción estética nace así, de allí, no de la razón, ni de los condicionamientos culturales, de las vísceras.

Fue el momento culmen de la feria que se acaba mañana y creo que uno de los grandes momentos de la plaza. Habría que poner una plaza conmemorativa en un muro. Pero si no, no pasa nada, los que lo vimos nunca lo olvidaremos. Por fortuna existe hoy el video que no había cuando vivió y murió Curro Puya. No, no hay que escribir sesudos ensayos para explicar que el toreo es una de las bellas artes, basta con evocar estos ocho lances de oro para probarlo. Muéstrenselo a los incrédulos para que crean.

Pareció que el milagro se prolongaría hasta el último tercio. Y así lo anhelaban todos. Pero no, lo maravilloso es escaso y fugaz. La lidia con la muleta se fue refundiendo con el mar de vulgaridad que fue todo el resto de la corrida.

Un Cayetano apenas evocando gestos hereditarios en el desbordamiento entristecedor que sufrieron él y su cuadrilla por sus dos toros. Y un muy promovido Borja Jiménez en quien rescato que por lo menos ahora ligó en algunas series y echó valor atropellado a velocidades vertiginosas en el resto. “Hay que triunfar de una manera otra” dijo ante las cámaras. Eso hizo. Juan, Juan tu eres otra cosa.

FICHA DEL FESTEJO
Lunes 18 de marzo 2024. Valencia 8ª de Fallas. Frío. Más de media plaza. Tres toros de Juan Pedro Domecq, 1º, 2º y 6º cinqueños, bien presentados y encastados. Dos de Puerto de San Lorenzo, 3º y 4º con plaza y raza, y uno de Ventana del Puerto, bravo y noble. (547 kilos promedio en conjunto).

Cayetano: saludo y silencio
Juan Ortega: saludo y palmas
Borja Jiménez: oreja y vuelta tras aviso

“It’s a fucking goal!” / por Ignacio Ruiz Quintano


"..A Bellingham se le está poniendo cara de loco en España. Vino a jugar con Mbappé y de momento juega con Joselu. “What the fuck is this?”, le preguntó al árbitro en un derbi. Luego, el “It’s a fucking goal!”. Muchas noches debe de soñar con la Premier.."

“It’s a fucking goal!”

Ignacio Ruiz Quintano/Abc
En el día que cumplía ciento veintidós años, con eliminatoria de Champions en el Bernabéu, las instituciones españolas tuvieron con el Real Madrid dos detalles finísimos: la filtración a la prensa de una petición fiscal de un lustro (¡esperemos que no sea un lustro de los de Urtasun!) de cárcel por impuestos para Ancelotti y la sanción de dos partidos a Bellinhgam porque un señor de Don Benito apreció “agresividad” en la frase “it’s a fucking goal!” que el futbolista dijo en Valencia cuando le quitaron, por la “jeró”, el gol de la victoria. Pero en Don Benito “fucking” suena a “fucking”, y eso, si lo untas (con mala fe) en el mejunje de la agresividad, son dos partidos.

La cuestión no es baladí, diría un cronista antiguo. Después de todo, por un acento inglés mal entendido entre pilotos y controladores sobrevino el accidente de Los Rodeos. Al lado de eso ¿qué son dos partidos de sanción a Bellingham porque un tío quiso tomarse el “fucking goal” por la tremenda? A los que hemos visto a Messi empujar a Undiano en un Clásico como si nada nos parece agravio lo de Bellingham, pero sólo es que nos hacemos viejos.

Todo va a seguir igual, pues el fútbol español es un espectáculo de fiestas patronales reducido en cada pueblo a intentar tirar al pilón a Vinicius, que es un “rebotao”, pues tú le dices “mono” y él te dice “racista”, ajeno al buen comportamiento que exigen los blanquitos de la comunidad. Hay un tipo en la TV que va de viejo morrosko, y al que uno ha visto zumbarle en Las Ventas a un abuelo que increpaba al matador Abellán, que ahora pide valores (¡valores!) a Vinicius. Y es que Vinicius juega cargando a la espalda el macuto de todo el antimadridismo, andancio social y mediático (un telepollas –hallazgo terminológico de Cela– hizo “la previa” de Valencia con una foto “adarwinada” del jugador como fondo de pantalla), muy de país corrupto, pazguato e invivible. Es el síndrome del “trastorno de Vinicius” que anida en el antimadridismo: antes hubo un “trastorno de Mourinho” y luego habrá un “trastorno Mbappé”. Eso sí, lo de Vinicius duele más porque pasó de meme del periodismo a máximo generador de goles en las tres últimas Champions, por delante de Mbappé y de Haaland. “Fucking”, pues, al muñeco, al que hay que echar del Madrid porque la noche del Leipzig empujó a Willi Orban, un hipócrita luterano que le había arañado la cara con garras de Ursula von der Leyen.

–Yo nunca he visto esto en el fútbol –había dicho, así, en general, Camavinga después del partido de Valencia.


En la política, sí. A la “visira” americana Victoria Nuland la pillaron diciendo “Fucking Europe!” y, como no había delante un Gil Manzano, tampoco pasó nada con su “fucking”. Con Bellingham sí hubo Gil Manzano, que justificó la roja en el campo con la morcilla de la “agresividad” en el acta. España es un país tertulianés, y por tanto, morcillero. Arrabal tiene contado que en el teatro del XVIII a los esnobs se los enviaba al “desván de la inteligencia”, un palco donde se citaba a Tertuliano, por lo cual “un actor morcillero” llamó tertulianos a los esnobs, y a su palco, tertulia. La morcilla arbitral de “agresividad” en el caso Bellhingam es como la morcilla jurídica de “corrupción” en el caso Gürtel: una tertulianada.

La agresividad, nos dejó dicho Malinowsky, comienza, como la caridad, en casita (“at home”), así que todos sabemos en qué consiste. Con su tormenta de errores en Valencia, Gil Manzano pudo decidir una Liga (priva de dos puntos del Real Madrid) y un Pichichi (priva de un gol a Bellingham, más los que podría conseguir en los dos partidos de la sanción), a lo que hay que añadir los daños al espectáculo, pues priva a los espectadores de la estrella de la competición, y de paso, refuerza a una “potencia extranjera” (Inglaterra), que se beneficiará del descanso obligado de su futbolista-insignia. No sé, Rick, pero ese árbitro no debería volver a pisar una cancha de fútbol… por el bien del fútbol.

–Corriendo hacia mí en actitud agresiva…

La única explicación psicológica del mitin valenciano de Gil Manzano la dio, también en Valencia, el matador Victoriano de la Serna en mano a mano con Domingo Ortega. En el último toro, De la Serna se acercó a Ortega, que ya había asegurado el triunfo, y le dijo: “¡Eh, paleto! Tú saldrás por la puerta grande, pero mañana los periódicos sólo hablarán de mí”. Se sentó en el estribo, dejó correr el reloj, el toro volvió al corral y se formó el escándalo.

A Bellingham se le está poniendo cara de loco en España. Vino a jugar con Mbappé y de momento juega con Joselu. “What the fuck is this?”, le preguntó al árbitro en un derbi. Luego, el “It’s a fucking goal!”. Muchas noches debe de soñar con la Premier. Si viene, tampoco se librará Mbappé. Consultado el Consejo de Ancianos del Relato Antimadridista, el más solemne, que gusta de que lo afeiten mientras le lustran (un limpia de los de Nicolás Guillén) las botas en una barbería de la Milla de Oro, ya lo ha avisado: Mbappé es “un vago” de siete suelas (¡nada que ver con el estajanovismo de Messi!) para un escenario, el Nuevo Bernabéu, que es “una fiambrera”, donde se reúnen los piperos, no para animar a sus estrellas (caso único en el mundo), sino para que las estrellas les animen a ellos, tal que la noche del Leipzig.

[Sábado, 9 de Marzo]

VALENCIA FALLAS / 7ª Roca y Leguleyo... mascletá / por Jorge Arturo Díaz Reyes

Roca Rey con las orejas de Leguleyo. Fotograma: OneToro TV

Roca Rey a hombros hasta el hotel con las orejas de un bravo de vuelta al ruedo y otra de un exigente sexto. Manzanares corta una del primero y Talavante silenciado. Talante Jandilla...

Roca y Leguleyo... mascletá

Jorge Arturo Díaz Reyes
CrónicaToro/III 17 24
La figura peruana justifica su segunda tarde consecutiva de “No hay billetes”, con dos faenas incuestionables que incendiaron la plaza, le hicieron dueño de la corrida y de la feria.

Tas una de etiqueta Manzanares y un estocadón recibiendo que le hace honor al toreo actual, y que mereció la petición de segunda oreja, y otra florida de Talavante que se malogró al final, Roca Rey, el que hoy revienta las taquillas y las suscripciones de TV, hizo parecer todo pequeño.

Menos claro, la franca bravura del tercero: “Leguleyo”, castaño, cuatreño, astifino de 530 kilos, al que hizo los honores, engalanando sus acometidas bravas y leales. Nada le negó, y los dos se fundieron en una pelea medial que arrobó el abarrotado coso, que para ellos en esos momentos era todo el universo. Y no terminó en indulto por negativa de Usía.

Siete verónicas cargadas, chicuelina, media y revolera templaron el galope y las enervadas repeticiones. Molina le dosificó sabiamente la puya en los dos prontos encuentros. Y “Viruta” y Algaba le adornaron con precisión. Andrés brindó a su clientela, que es suya, se arrodilló en los medios y aguantó la distante carrera pasándolo dos veces por la espalda, dos por el pecho, un cambio de mano, un natural y un forzado que alteraron el orden público.

Ahí mismo en el platillo, dos lujosas tandas de a cinco por derecha y entre pasodoble y ovaciones la cosa fue in crescendo. Trinchera y siete naturales veraces con media muleta barriendo, molinete y pecho. Ahí está el video. Fluyó la faena, larga, vibrante, por derecha e izquierda, con la multitud en pie, jaleante, asordinando la banda. Toreo sin tregua, hasta que sonó el aviso.

La petición de indulto fue desbordante, Andrés no hizo el menor gesto demagógico. Solo inquirió con la mirada. Su señoría insistió con un gesto malhumorado y en medio del enfado general dejó al reverendo volapié una estocada honda, crucial, con la cual arriba, el bravo fue a buscar los medios, muriendo allí como lo que fue. La vuelta para sus restos y otra con las dos orejas para su matador celebraron la grandeza de ambos.

Recibió al sexto, “Veneno”, con larga cambiada de rodillas frente a toriles. Dos delantales, cinco chuicuelinas, verónica y larga. Era enrazado, sí, pero áspero. Salia a cabezadas. No lo corrigieron ni la vara de Quinta ni las banderillas. En el tercio final que comenzó bajo diana floreada, la muleta sí se fue imponiendo sobre las malas maneras del jandilla, que cuando se vio podido decidió largarse a tablas.

Allí lo siguió Andrés imponiéndole su autoridad hasta hacerle circular al derecho y la revés y proclamar el dominio con cuatro luquesinas y un desdén merecido. Cuando igualó el silencio se podía cortar con un cuchillo. La espada, otra vez honda y en sitio mató y desató la petición furiosa de las dos orejas, pero el palco concedió la mitad. La gente sin hacerse mala sangre se tiró al ruedo, se echó el limeño a hombros le dio la vuelta al ruedo y se lo llevó a grito pelado por la puerta grande y la repleta calle Xátiva hasta el hotel… Bueno a esperar el Domingo de Resurrección en Sevilla, donde el incomprendido también tiene agotado el papel desde hace días.

FICHA DEL FESTEJO
Domingo 17 de marzo 2024. Valencia 7ª de Fallas. Sol. Lleno de “No hay billetes”. Cinco toros de Jandilla y el 4ª de Vegahermosa, (534 kilos promedio), desiguales nobles en general. Vuelta para el 3º “Leguleyo”, Nº 67, castaño, cuatreño, astifino de 530 kilos

José María Manzanares: oreja y silencio
Alejandro Talavante, silencio y silencio
Roca Rey, dos orejas tras aviso y oreja tras aviso.

Valencia 7ª de Fallas: Se cumplió el guión / por Pla Ventura

"..la corrida de Jandilla, como ocurre a diario en los festejos de las figuras ha sido lo que todos sabíamos; mansita, sin el menor atisbo de peligro, algunos animalitos aquerenciados, sin maldad y demás argumentos que tienen para que los toreros de relumbrón pidan estas corridas con gritos desgarradores. Y con toda la lógica del mundo. Saben que no existe peligro alguno y, como le ha sucedido a Roca Rey.."

Se cumplió el guión
Pla Ventura 
Toros de Lidia/17 marzo, 2024
Como dije miles de veces en las corridas de las figuras se puede hacer la crónica a las doce de la mañana y no yerra ni Dios. Hoy podría haber sido una de las ocasiones a las que cito puesto que, la corrida de Jandilla, como ocurre a diario en los festejos de las figuras ha sido lo que todos sabíamos; mansita, sin el menor atisbo de peligro, algunos animalitos aquerenciados, sin maldad y demás argumentos que tienen para que los toreros de relumbrón pidan estas corridas con gritos desgarradores. Y con toda la lógica del mundo. Saben que no existe peligro alguno y, como le ha sucedido a Roca Rey, de vez en cuando sale un toro santificado para que el diestro se sienta a gusto. Como se ha comprobado la suerte de varas, como ocurre a diario, no se ha visto por lado alguno; apenas algún que otro picotazo y todos contentos.

Manzanares ha tenido un primer enemigo bondadoso al que ha toreado a gusto por momentos pero, sin calado alguno entre los muletazos. No ha vibrado nadie en su labor que, plagada de voluntad y buenos deseos, tras una estocada le han dado una oreja verbenera. En su segundo, mansito y más rajado no ha tenido apenas opción de nada que, en realidad es a lo que aspiran estos toreros puesto que, son sabedores de que triunfen o dejen de hacerlo, siempre ocupan puestos de tronío en todas las ferias. Lo grandioso de estos toros, para los toreros, claro está, estriba la cuestión en que nadie palpa el peligro desde el tendido, algo que les viene como anillo al dedo a los protagonistas. Manzanares ha pasado de puntillas por Valencia pero, seguirá actuando en la capital del Turia mientras esté en activo.

Talavante, desde su reaparición, seguro que está maldiciendo todo el tiempo que estuvo retirado porque goza de la misma aureola que tenía antes de irse. Pensará en todo el dinero que dejó de ganar y se tirará de los pelos. Hoy ha tenido dos enemigos deslavazados que no tenían nada; ni peligro como antes dije. Voluntad, ese valor que muestran esos héroes que se enfrentan al burro descastado, eso no le ha faltado. Sin lugar a dudas, ver a estos tipos con esos toros es lo más aburrido del mundo porque, en otro tipo de festejos, el torero triunfará o dejará de hacerlo pero, el peligro siempre lo palpamos, como digo, el antónimo de lo que pasa con las figuras.

Roca Rey es un gran profesional y, como siempre le ocurre, el toro de bandera le cae siempre en sus manos. Hoy ha tenido en primer lugar a “San Borja” puesto que, pese a que no se le ha picado para nada, la bondad del animalito era santificada, vamos, para llevarlo a los altares. Dudo que, si de bondad mentamos, es difícil que salgo durante la temporada otro animalito con más santidad que el ahora citado. Roca Rey le ha enjaretado pases de todas las marcas puesto que su técnica es admirable y, con semejante animalito ha dado una lección de profesionalidad. Nadie recordará mañana esa faena llena de júbilo y vítores por parte de los aficionados pero, nada importa, Rey es el amo en la actualidad, con eso le basta y le sobra, para colmo, hasta han pedido los huertanos el indulto. Hombre, seamos sinceros, tampoco era para tanto, al toro le faltaban muchos valores además de la bondad constatada. Menos mal que el presidente ha estado en su sitio y no ha permitido dicha veleidad. 

En su segundo ha estado tesonero ante un manso que se ha rajado de buenas a primeras impidiendo que Roca Rey mostrara su repertorio pero, pese a todo, el peruano lo ha intentado y por momentos lo ha conseguido. Nada que ver con la faena anterior pero, como ha matado de media lagartijera, la gente todavía estaba jubilosa y le han dado otra oreja. Nadie le negará a este hombre su tremenda voluntad puesto que, el arte se lo quedó Roberto Domínguez. No es menos cierto que, en la actualidad, en el momento en que vivimos, con los aficionados que tenemos, hablar de arte es un auténtica frivolidad. Si le preguntásemos a Roca Rey al respecto no diría que los puristas somos unos tontos del capirote como dicen en la tierra de María Santísima. Y tendríamos que darle la razón porque el arte y la forma de ganar dinero en los toros son razones contrapuestas.

domingo, 17 de marzo de 2024

Apuntes al natural: Cuestión de estética / por Francisca García


"..El artista digno de admiración es aquel capaz de domeñar un astado que sale con genio, con casta, sea grande o chico, con las puntas intactas. El diestro, después de demostrar su poder, debe encontrar “la comunión con el toro” y saber desplegar una coreografía llena de armonía, de gusto y de sentimiento, capaz de emocionar hasta los límites.."

Apuntes al natural: 
Cuestión de estética

Que la Tauromaquia es un arte lo avalan cientos de escritores prestigiosos de todos los tiempos y yo no voy ni mucho menos a contradecirles, aunque puedo apostillar que si se dan las circunstancias en la lucha del hombre contra el poder del toro, puede haber arte y de hecho lo hay. Del mismo modo ocurre en la pintura, que es una de las bellas artes y no todos los que pintan son artistas.  

El toreo es un arte efímero, que se esfuma, evanescente e impredecible. Muy distinto al arte de la danza, también efímero porque solo perdura mientras se baila. Pero el elemento toro, lo hace, además de evanescente, siempre distinto.

Se ha dado en clasificar a los toreros como poderosos, tremendistas o artistas… Me decanto por la primera y última rama que unidas hacen el verdadero torero capaz de conmover. Tener la valentía, que se les supone a todos los toreros, tener el poderío para extraer de la acometida del toro una estilización de movimientos que desemboquen en un arte excelso. Primero mandar y luego intentar despertar la emoción que producen las grandes obras. Ser torero es entrar en un ámbito artístico enormemente exigente. Exigente no solo en el aprendizaje de la profesión sino para cargar con un bagaje de sensaciones, de emoción íntima, de lenguaje corporal que se traduzca en un sentido de la estética que deberá presidir siempre el comportamiento y la trayectoria de toda persona que dedique su vida a torear.

Me sorprendieron en su día las opiniones de un torero, reconocido unánimemente como artista, que en la III Bienal Internacional de Tauromaquia de Ronda y en una defensa del toreo con arte, afirmó que para hacer arte del toreo “se necesita un toro que no sea desproporcionado” añadiendo que “el toreo de arte precisa una comunión con el toro que es distinta a la del toreo técnico y valeroso que necesita un toro cuanto más grande mejor, ya que crea una emoción a través del riesgo” Este señor se llama Morante de la Puebla. A todas luces el torero sevillano preconiza que el toro ha de ser pequeño. Y digo yo, mejor aún si es tonto, para que no le descomponga la figura. Para torear a los grandes y difíciles ya están los otros toreros menos artistas. Para mí la clave está en aunar el valor y el arte y tratar de hacer siempre faena, cada uno desplegando su gusto y su estilo adaptándose al toro que le toque, jugando con las mismas armas y que cada palo aguante su vela. No es cuestión de ponerse bonito muy de tarde en tarde cuando sale el que nos gusta como hacen algunos privilegiados. El espectador no va a la plaza a ver si suena la flauta por casualidad. ¿O sí?

El artista digno de admiración es aquel capaz de domeñar un astado que sale con genio, con casta, sea grande o chico, con las puntas intactas. El diestro, después de demostrar su poder, debe encontrar “la comunión con el toro” y saber desplegar una coreografía llena de armonía, de gusto y de sentimiento, capaz de emocionar hasta los límites. Arte y poder en una obra que nace allí mismo, se improvisa y muere minutos después. La belleza plástica que se crea viene tras haber dominado a la fiera. El riesgo, el peligro es lo que añade más emoción. Es la impronta que surge de la mente del torero, que quizá pueda aprender a crear por sí mismo, pero, como dijo aquel clarividente diestro que fue Joselito “El Gallo”: “en el toreo se puede aprender todo menos el estilo, que es un don que cada uno trae al mundo”Y es que primero hay que dominar y después ser artista o tremendista. Esa es la grandeza, después está el estilo, sin olvidar la estética que a mi entender tiene que presidir todo lo que concierne a la Fiesta. 

Y para no pormenorizar evitaré abarcar comportamientos, vestimenta y actitudes de cuantos intervienen en el espectáculo, me limitaré a enumerar vicios, recursos y actitudes que a mi juicio afean el aspecto estético. Al toro no se le puede exigir más estética que la de su presencia, de la que no es responsable, y al matador el ser y estar siempre en torero. Incluso podría añadir que debe estarlo tanto dentro como fuera de la plaza. Comportamiento cabal, con la gallardía que les dedicaba Barbieri en la Marcha de la Manolería de PAN Y TOROS.

..no hay en el mundo
quien marche con más garbo
ni con más rumbo.

Si, como pienso, la estética es columna fundamental del espectáculo, permítanme puntualizar ciertas actitudes de algunos diestros, para mí marcadamente antiestéticas, (opinión que no tiene por qué ser compartida) que restan vistosidad incluso en las faenas de algunos de los llamados artistas. Aquí van solo unas pocas de las que estimo más importantes:

Es antiestético el retorcimiento del cuerpo para alargar hasta el infinito el muletazo.

Es antiestético el andar de rodillas en pos de la embestida del toro.

Son antiestéticos esos pasitos del espada en busca del pitón contrario para después promover la embestida. Pasitos extremadamente cortos y mecánicos como “las muñecas de Famosa”. Y si a los pasitos les acompaña un movimiento acompasado de las caderas, llegamos a lo ridículo.  Es curioso que incluso haya público que aplauda este contoneo, seguramente entendido como un alarde del torero meciéndose en la cuna de los pitones, que no niego el riesgo, pero al precio de lo grotesco.

Ante un toro renuente, es antiestético el afán de promover la embestida dando una patada en la arena de manera reiterada, a cada muletazo, así sean diez o veinte.

Es antiestético poner mucho celo en la mano que lleva el engaño y elevar la contraria con manifiesta rigidez.

Resultan antiestéticos los alardes de valentía excesivamente aparatosos y demandar el aplauso con gestos desmedidos. Resulta demasiado habitual (y por ello cargante) el consabido gesto espasmódico de alzar el mentón.

Nada hay más bello que la naturalidad, que es lo que de verdad llega al aficionado genuino. Tal vez a quien asiste al festejo comiendo pipas le lleguen más los excesos, las exageraciones, la jactancia, el pavoneo… pero a ese yo no lo considero un buen aficionado, porque muy probablemente sea un espectador ocasional. Con todo, a éste hay que darle tiempo, porque si persevera, terminará, seguro, por hacerse un entendido capaz de apasionarse de verdad con el arte del toreo, concediendo el debido respeto al toro y a todos los profesionales.

Francisca García
Toros de Lidia/16 marzo, 2024