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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

domingo, 20 de febrero de 2011

HOMBRES G / Por Fernando García Terrell


HOMBRES G

Por Fernando García Terrel

Domingo, 20 de Febrero de 2011
 Si ustedes creían que “Los Hombres G” es la banda española de pop/rock, nacida en 1985, que tuvo y tiene su  trascendencia musical a día de hoy, están confundidos. Gracias a esa manía tan habitual de los hispanos parlantes de no llamar por su nombre a personas y cosas, ridiculizando, minimizando y obviando nuestro rico lenguaje castellano ya no se respeta  ni el  léxico, antes castizo, del lenguaje taurino. ¡Lo que nos  faltaba!

De ahora en adelante olvídense del Grupo de los Diez o G 10, compuesto por los países miembros del Fondo Monetario Internacional porqué el autentico G 10 lo forman el grupo de matadores de toros de categoría especial que encabezan el escalafón taurino, aun antes de comenzar las temporadas, entre los que se encuentran los archiconocidos: Ponce, Juli, Morante, Manzanares, Cid, Fandi, Cayetano y su hermano Francisco, Perera...  Ellos están pasando por los despachos ministeriales para conseguir, ignoro si lo han logrado, el traspaso de los toros de Interior a Cultura;  los que mantienen relaciones con la Mesa del Toro, con TVE o con esperanza Aguirre, en este caso, tratando de abaratar el canon de arrendamiento de las Ventas, para un supuesto beneficio de empresarios, ganaderos y público, sin que tenga noticia si ellos serán los primeros en dar ejemplo rebajando sus emolumentos.

Se habrán percatado que no he citado al francés Sebastián Castella, que también formaba parte de esa cabeza del escalafón de matadores españoles y es que, él prefiere hacer la guerra por su cuenta con batallas como la gesta de Nimes, en que se encerró con seis toros, por primera vez en su ejecutoria, para recaudar fondos por la tragedia de Haití, implicando en el festejo hasta al Presidente francés.  

En sus actuaciones por América Latina no ha pasado desapercibido su afán de mezclar toros con política,  inmiscuyéndose de lleno en la lucha protaurina ecuatoriana, incluso entrevistándose con el Vicepresidente Lenin, de aquel País, para defender in situ y tras su triunfo rutilante, la Fiesta de los Toros. Por aquí, entre tanto, sus compañeros le acusan de no haberse implicado, como el resto,  en la causa española con los demás combatientes del G 10  y ha puesto como excusa a su conducta que algunos de los que componen ese grupo luchan por interés personales. Él prefiere hacerlo solo y se separa de ellos formando su propio G 1.

No ha tardado el “parado” Manzanares en activarse y contestarle por medio de un periódico digital para decirle que no está bien desprestigiar a los compañeros con sus comentarios, si bien dice respetarle e incluso entender su postura de aislarse del grupo. Ignoramos lo que opinan el resto de los integrantes del G 10 al respecto. Pero digo yo, que tal como está el patio, ellos precisamente, los más privilegiados, no deberían andar a la gresca y sí dar ejemplo a los del G 100 que siguen esperando su oportunidad para torear cuando ellos dejen de copar los carteles de las plazas de primera, segunda y hasta tercera categoría.

Si con ello no teníamos suficiente, la  empresa Martínez Flamarique (“Chopera”) se posesiona del Coso de los Califas, y presentan junto a su gerente “El Tato”, en un hotel de la Capital, su campaña, “Q, calidad taurina”, para dar a conocer sus proyectos en la futura gestión de aquella Plaza de Toros. Sabemos que en inglés Quality, sinónimo de calidad,  se escribe con Q pero ¿por qué no se entienden vascos y cordobeses sin anglicismos sino en castellano o andaluz? 

La calidad española se escribe con C y no con Q. ¿Vamos a necesitar también en los toros para entendernos todos pinganillos  como en el Senado o tendremos que volver a la Escuela?

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