la suerte suprema

la suerte suprema
Pepe Bienvenida / La suerte suprema

lunes, 11 de julio de 2011

El bueno, el feo, el malo y la “cosa nostra” catalana / Por Pedro Javier Cáceres


El bueno, el feo, el malo y la “cosa nostra” catalana

Pedro Javier Cáceres

10/07/2011
En la Barcelona taurina, y la que no lo es también, el tiempo y las obscenidades políticas juegan en contra toda vez que el penúltimo cartucho para que los toros no sean prohibidos el próximo 1 de enero ha sido gastado; de forma absurda y sin venir a cuento.

Fue el miércoles a raíz de dos mociones presentadas por PP (moratoria de la prohibición) y Ciudadanos (revocar la prohibición). La derrota ha sido apabullante, 112 por 20, si bien espero que no sea en balde y el taurinismo en Barcelona, y por simpatía, en el resto de España sepa pasar factura a todos los políticos. A todos. Los unos por lo suyo y los otros por “brindis al sol” innecesario que hace aun más humillante este tiempo de espera en el “corredor de la muerte”.

La caricatura de debate del pasado miércoles en el Parlament sobre la moratoria o la revocación de la suspensión de los toros en Cataluña provocado por un voluntarista Ciutadans (el bueno) y un camaleónico y dubitativo, en acciones de presión futura, PP (el feo), tuvo en el PSC el malo (malísimo).

Incluso para él y su definición como partido o como franquicia socialista -¿constitucionalista o nacionalista?- sin escarmentar del 22-M, en un viaje al vacío, más que “sostenella y no enmendalla”, puesto que votó en bloque y en contra.

La película protagonizada por los Rivera, Rafa Luna (como el pato Deysi de la ventrílocua Sánchez Camacho) y un socialista, daba igual quien, haciendo de mamporrero, como en su momento David Pérez, encarnando, en versión cutre, los papeles de Eastwood, Van Cleef, Wallach, propiciaron, antes que una luz al final del túnel, una nueva humillación.

Si los reputados cineastas “hollywoodienses” propiciaron éxito sin precedentes para, ya consagrados, Sergio Leone, Ennio Morricone y Tonino Delli Colli, el enredar, sin consolidar pactos previos dentro de un contexto para que la charca a la que se han tirado tuviera al menos algo de agua, con tales mociones, no sólo han supuesto un brindis al sol estéril si no envalentonar al “nacionalismo” (con Z) militante que altivo y prepotente no estima haya derecho a las indemnizaciones que la propia ley, emanada de la ILP, contempla, ni que estas vayan a ser millonarias.
Toda vez que el miércoles tuvieron la oportunidad, y mientras no se lo desmienta la contabilidad “A” desgraciadamente abundan en parte de la verdad, de argumentar, para tal efecto, como si de “damas de la caridad” se tratara, que ante la falta de asistencia de público, degenerativa en grado de metástasis —según ellos y la opinión publicada- la prohibición lo que va a suponer a la propiedad y la explotación del negocio es que estos no aumenten aún más su ruina liberándoles de ella.

Como además la prohibición no conlleva el cierre de local, ni su expropiación, ni la retirada de la licencia de otras actividades, en un ejercicio de filibusterismo han dejado claro su voluntad de no indemnizar y es de suponer que los tribunales habrán de resolver.

Largo me lo fiais… incluso si la, a muy largo plazo, sentencia fuera favorable a tal resarcimiento, también si de tal forma se pronunciara, agotados todos los recursos —sufragados con dinero público-, la máxima instancia competente, acostumbrados como están a pasarse sentencias y leyes de rango estatal por el “arco del triunfo” en base al chantaje permanente a los gobiernos centrales , en minoría, por su necesario concurso para apuntalarles, más si como es el hecho puntual el actual está “en funciones” o en el “exilio voluntario” ante la “amenaza” de la llegada de la derecha.

Porque, y será una casualidad, en esta película, los Artur Más, Puigcercós, Herrera, Laporta (y los “laportines”) son los laureados Leone, Morricone y Tonino.
Solo sea porque tales nombres, sólo pronunciarlos desprenden tufo camorrista y siciliano en versión Tinell, Casinos, Liceu o Perpignan.
******

No hay comentarios:

Publicar un comentario