la suerte suprema

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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

sábado, 23 de febrero de 2013

PEPE LUIS, triunfador en el Senado / Premios de la ATP


Los dos toreros Pepe Luis Vázquez (padre e hijo) en su casa de Sevilla en una imagen de archivo. / PABLO JULIA-EL PAIS/

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Por Bocanegra / Fotografías La Loma
La ovación de la tarde fue para Pepe Luis Vázquez, recogida por Pepe Luis, Chico, en el Salón de Pasos Perdido del Senado español, tras su alocución al recoger en nombre de su padre el premio de la Asociación Taurina Parlamentaria. El halo artístico que une e identifica a ambos fluyó sobre el coso senatorial con la palabra y el ademán del genial vástago de la dinastía de los Vázquez.

Faena medida, de arte, de empaque y torería, con sencilla naturalidad, como rematada con un garboso kikirikí saliendo del embroque mirando al tendido agradeciendo el reconocimiento a su padre, Sócrates de San Bernardo, que espera en su casa sevillana los trofeos conquistados al alimón en tan memorable tarde madrileña.

Mucho toreo hubo en la faena justa y medida del chico de Pepe Luis, como le llamara su recordado apoderado Manolo Cano; no le importó alternar con la excelencia del maestro Pío García Escudero al frente de su excepcional cuadrilla de la ATP con la eficacia de Miguel Cid, el estilo de María Teresa Cobaleda, el dominio de Juan Manuel Albendea, o la brega de Javier Marqués. 

Su egregia figura sobresalía en su despacioso paseílo sobre la arena del Senado entre la sevillanía de su paisano Romero Solís; ni siquiera pudieron aguarle la tarde la plúmbea y pedante estulticia del recogedor del Wellington -¿por qué tapada en el burladero una dama como Cristina Moratiel?- ni mucho menos la esperada venencia montañesa trocada por  desesperante galerna del Cantábrico, y ni que decir, de un rentista de la cejatera con aires milicianos que quedó a la altura del betún de las zapatillas de Pepe Luis, aquel arcángel de luces al que Zabala -el de verdad- le escribiera en ABC: Hasta las palomas repetían Pepe Luis, Pepe Luis.....; y así, del mismo modo, palpitaron los corazones en ese magno salón, ante la etérea y generacional simbiosis pepeluisista que fluía como el arte derramado aquella tarde en Las Ventas frente a Ropavieja ¿verdad Amorós? cuando la hondura y el temple cimentaron la magia del duende... 

Mucho toreo y mucho arte... ¡gracias, maestro!

Rodeando a Pío García Escudero, Salvador Arias, Pepe Luis Vázquez, María Teresa Cobaleda, Romero Solís, Díaz-Yanes, Juan Manuel Albendea, Miguel Cid, Miguel Ángel Moncholi, Javier Marqués

Pepe Luis Vázquez

Cristina Moratiel, presidente de la Fundación Wellington,
con Romero Solís y Pepe Luis

Maite Cobaleda, Miguel Cid, Pío García Escudero, 
Juan Manuel Albendea y Javier Márques

La ATP y los premiados

Salón de Pasos Perdidos del Senado Español

J. Albendea entrega el premio a Pepe Luis Vázquez

 El rentista de la cejatera da las gracias...¡no es para menos!

Rosario Sánchez, Andrés Amorós y Catalina Luca de Tena...
siempre ABC
 Pepe Luis y Juan Lamarca

 Juan Miguel Núñez, Pepe Luis y Juan Lamarca

Juan Miguel Núñez, Pepe Luis y Manuel Torres

 Pepe Luis y Pedro Giraldo

 Pepe Luis, Salvador Sánchez y José Julio

 Pape Luis y Salvador Sánchez

 M. Martín y Pepe Luis

 M. Martin, pepe Luis y Juan Miguel Núñez

 Iñigo Crespo, Pepe Luis, Antonio Sánchez y Juan Miguel Núñez

Pedro Plasencia, Vidal Pérez y Juan Manuel Albendea

 Pedro Ballesteros ¿...? y Pedro Sáiz...

Manuel Torres, Miguel Cid y Humberto Parra

Palacio del Senado

Monumento a Cánovas del Castillo
ante el Senado


1 comentario:

  1. El arte y la gracia de los Vázquez es irrepetible.A poco sabe lo que hizo el niño en el toreo, pero es inolvidable.

    Que Dios les guarde muchos años.

    Saludos.

    Virgilio de la Torre

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