la suerte suprema

la suerte suprema
Pepe Bienvenida / La suerte suprema

viernes, 27 de junio de 2014

Willy / Por Ignacio Ruiz Quintano

Los tres poderes

"...En España, el soberano, y soberano absoluto, es el Jefe del Partido Ganador, que reúne los tres poderes mágicos: legislativo (elabora la lista de sus diputados), ejecutivo (dirige el gobierno) y judicial (nombra a los jueces).

 Willy 

  • El tertuliano se entusiasma con el tejemaneje de Willy Meyer en la misma medida en que él no piensa corromperse nunca, pero la militancia de Willy Meyer indica que en España la corrupción política es piramidal, aunque muy popular, y científicamente marxista:
–A cada uno según su necesidad, de cada uno según su capacidad.

El líder de IU en el Europarlamento, el comunista Willy Meyer, forzado a dimitir por el fondo de pensiones en una Sicav

Ignacio Ruiz Quintano
Abc

Lo bueno del caso de Willy Meyer es que, con ese nombre, no se resiente la Marca España, pues suena a alemán.

Y así lo han entendido los tertulianos, que son como Pemán dice que es el espectador de toros, que se entusiasma y aplaude en la misma medida en que él no piensa torear nunca.

El tertuliano se entusiasma con el tejemaneje de Willy Meyer en la misma medida en que él no piensa corromperse nunca, pero la militancia de Willy Meyer indica que en España la corrupción política es piramidal, aunque muy popular, y científicamente marxista:

–A cada uno según su necesidad, de cada uno según su capacidad.

La versión castiza de esta fórmula de Louis Blanc (un francés de origen tan madrileño como Willy Meyer) es aquel grito de “¡m… el último!”, y vale para describir la corrupción de España lo mismo que la palpitante lucha por el poder en la cucaña del socialismo, donde todos los contendientes (Madina, Sánchez, Sotillos…) parecen agentes de los servicios secretos con la misión de aupar a Pablo Iglesias a la jefatura del partido que le permita arrancar la espada de la piedra constitucional del 78: “L’État c'est moi”.

Porque en España el soberano no es el Rey, como por chinchar afirman los correligionarios de Willy Meyer, que venden que una República garantiza mejor la pensión y la sicav. Y tampoco lo es el Pueblo, como suponen los risueños espectadores que acuden invitados al plató de “Sálvame”.

En España, el soberano, y soberano absoluto, es el Jefe del Partido Ganador, que reúne los tres poderes mágicos: legislativo (elabora la lista de sus diputados), ejecutivo (dirige el gobierno) y judicial (nombra a los jueces).

He aquí el cetro absoluto (González, Aznar, Rajoy) al que legalmente aspira (nunca se le ha oído predicar, siquiera en broma, la separación de poderes) el mancebo Pablo Iglesias, que sigue, como Danton y como Simeone, la táctica de obrar día a día.

Y todavía hay almas de cántaro que le llaman Antisistema.

***

9 comentarios:

  1. La corrupción en España viene de largo, pero que de muy largo.

    El período en que el duque de Lerma ejerció el gobierno de España en nombre de Felipe III fue uno de los más notoriamente corruptos. Se destacaron los casos de Pedro Franqueza, Rodrigo Calderón y el propio duque de Lerma.

    La reina regente María Cristina de Borbón se hizo célebre por su participación en negocios turbios que favorecieron el rechazo entre el pueblo y los políticos. Participó en operaciones de especulación con la sal, con los ferrocarriles e, incluso, con la ilegal trata de esclavos, en los que participaba también Narváez. Se llegó a afirmar que no había proyecto industrial en el que la Reina madre no tuviera intereses. Su fortuna se estimaba en 300 millones de reales.

    El 5 de octubre de 1931, Joaquín del Moral posteriormente Inspector de Presidios y Prisioneros durante la Dictadura de Franco, implicado en el golpe militar de 1932 e íntimo amigo de Sanjurjo; dio una conferencia titulada Inmoralidad Política en el Ateneo de Madrid (posteriormente recogida en su obra Oligarquía y enchufismo).

    Los gastos de coches oficiales importaban 11.295.000 pts. en el presupuesto aprobado el 28 de diciembre de 1932. Se habían comprado 31 coches Chrysler, con un coste total de 950.000 pts, de ellos 8 del modelo Imperial, con motor de ocho cilindros y, lujo inaudito, radio incorporada, a 70.000 pts. (120.000 €) cada uno. A preguntas de Gil-Robles reconocía el Ministro que cuando los republicanos llegaron al poder había 58 coches oficiales en Madrid, y ahora serían 741, con una plantilla de 760 conductores. El gasto de gasolina era de 3.000 litros diarios. En palabras de Julio Camba, (Haciendo de República; Madrid, 1934), periodista del diario ABC opuesto a la Segunda República Española y que se sumó al bando franquista en la Guerra Civil Española.

    El escándalo del estraperlo y el asunto Nombela (1935), supusieron el derrumbe del Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux.

    Durante la guerra, España sufrió un hundimiento de la producción agrícola e industrial, adquiriendo una gran importancia el mercado negro, llamado estraperlo en recuerdo de aquel famoso escándalo. La corrupción económica fue un rasgo básico de la dictadura franquista, y estuvo muy extendida y la implicación política en la misma, hasta los máximos niveles, fue absoluta. En algunos casos por la propia participación directa de altos cargos, en otros, por la protección que los estraperlistas recibieron desde el poder. Todo ello en medio de una total impunidad. Las repercusiones de la corrupción fueron socialmente muy graves. Para los corruptos supuso un rápido enriquecimiento, mientras que para la mayor parte de la población implicó privaciones, carestía, hambre y miseria.

    Caso Barcelona Traction: fue un plan político urdido con objeto de que Juan March Ordinas, cuyo apoyo fue determinante para afianzar la causa nacional en los primeros momentos de la Guerra Civil Española, se apropiara de Barcelona Traction Light & Power Co. Ltd. (conocida históricamente como La Canadiense) como retribución. El 12 de febrero de 1948 tres accionistas de la Canadiense presentaron contra la empresa en los Juzgados de Reus una demanda que prosperó. March constituyó en 1951 las Fuerzas Eléctricas de Cataluña y aprovechó la quiebra de la Barcelona Traction para adquirir los activos de ésta por una ínfima fracción de su valor real. El caso llegó a elevarse a la Corte Internacional de La Haya, cerrándose el 5 de febrero de 1970, pero March quedó ante la opinión pública nacional como uno de los mayores contrabandistas del país y el último pirata del mediterráneo (sic) según la prensa extranjera.

    Continuara

    ResponderEliminar
  2. Estraperlo: bajo este nombre se conoce el contrabando dirigido desde las mismas instituciones del Estado, así como la venta ilícita de las licencias de importación y exportación, de gran importancia en un régimen mercantilista y autárquico. Se destacó el Ministro de Comercio Manuel Arburua, que "empezó de botones y ahora es archimillonario" según el propio Caudillo.

    La agenda Rivara: tras casi dos décadas de autarquía e hiperproteccionismo, los proyectos de liberalización económica hicieron temer a las grandes fortunas, que colocaron clandestinamente más de 70.000 millones de pesetas de la época en cuentas secretas de la banca suiza. Por una casualidad, en diciembre de 1958, el enlace suizo George Laurent Rivara fue detenido con una agenda que contenía los nombre de sus clientes españoles y el montante de sus operaciones. Tras ser parcialmente expurgada, la agenda quedó reducida a 872 nombres.

    Caso de Manufacturas metálicas madrileñas: la quiebra de esta empresa, dedicada a la manufactura de cacerolas de aluminio, provocó un escándalo que implicaba por mala gestión a un hermano del Caudillo, Nicolás Franco, uno de los principales accionistas de la empresa. El gobierno impidió el proceso judicial, y resolvió la quiebra "en familia".

    Caso Matesa: la quiebra de Maquinaria Textil del Norte de España S.A. dejó una deuda de más de 10.000 millones de pesetas con un banco público, el Banco de Crédito Industrial, y abrió una crisis gubernamental sin precedentes en el franquismo, debido a una campaña de prensa propiciada por la ley de Prensa de 1966 y atizada por la enemistad entre las familias del Régimen, en especial falangistas y tecnócratas. La comisión de investigación de las Cortes elaboró un informe con conclusiones muy duras para tres ex ministros y un cuarto en activo.

    Sofico: esta inmobiliaria fue creada en 1962 con objeto de construir apartamentos en la Costa de Sol, en especial en Estepona. Suspendió pagos en 1974 tras haber realizado ventas y participaciones de capital por valor de 13.000 millones de pesetas, dejando en la estacada a 4.000 empleados y 25.000 inversores. Ya en la democracia, en 1981, se declaró oficialmente que la quiebra fue una estafa y un fraude de ley.

    Lo del Periodo Democrático es de sobra conocido por todos.

    Caso del aceite de colza: venta fraudulenta de aceite adulterado, que provocó el envenenamiento de 60.000 españoles y la muerte de 700.

    Caso Fidecaya, Caso Flick, Caso KIO, Caso Wardbase, una causa separada del anterior, referida a un pago fraudulento realizado por Javier de la Rosa a Manuel Prado y Colon de Carvajal por importe de 1.900 millones de pesetas. Caso de los fondos reservados, Caso Rumasa, Caso Filesa, Caso Cesid, Caso Guerra: juicios a Juan Guerra, hermano del vicepresidente Alfonso Guerra, por cohecho, fraude fiscal, tráfico de influencias, prevaricación, malversación de fondos y usurpación de funciones, de los que fue finalmente absuelto en su mayoría y que supuso uno de los mayores juicios mediáticos del país en muchos años. Caso Ibercorp: especulación bursátil con valores bancarios por parte de Mariano Rubio, entonces gobernador del Banco de España.

    Hasta llegar a los conocidos con Aznar, Zapatero y Rajoy.

    Aniceto Silva



    ResponderEliminar
  3. Igual que Don Aniceto, yo también haré un comentario en tres partes para demostrar que la corrupción (y algo peor como el asesinato) también tuvo sus prácticas en otros tiempos.

    Les contare lo que paso en Ciudad Rodrigo (Salamanca) a partir del 18 de julio de 1936.

    Juan Agustín Calzada Hernández era un conductor en paro de Ciudad Rodrigo. Para sobrevivir vendía novelas por entregas a domicilio como buenamente podía. De ideología derechista, fue nombrado jefe de Falange de la ciudad salmantina gracias a la mediación del director de La Gaceta de Salamanca. Hasta ahí todo normal. Todo cambió cuando se produjo el golpe de Estado del 18 de julio de 1936 y la ciudad fue tomada sin apenas resistencia por el autodenominado bando nacional. Juan Agustín Calzada, hasta entonces un ciudadano más, se convirtió de la noche a la mañana en el verdugo y extorsionador de los vecinos que no pensaran como él.

    Los actos de este jefe local y comarcal de Falange quedan ampliamente expuestos en la Causa 2133/37 abierta por un Tribunal Militar ante la apropiación indebida de los fondos requisados por Calzada. El sumario detalla, con testimonios de los supervivientes, cómo el jefe de Falange de Ciudad Rodrigo cometía “hechos que no merecen más calificación que de actos de barbarie”.

    Entre estos hechos se encuentra el saqueo reiterado a la ferretería de la viuda de Alfredo Miguel Plaza, quien había sido “paseado” por falangistas y carabineros, la apropiación del dinero que los fusilados entregaban a la Iglesia para “salvar” su alma o las amenazas a numerosas personas de la comarca para que pagaran una multa a Falange si querían evitar ser fusilados, dinero que nunca llegaba a la caja de la Milicia. Todos ellos tuvieron que firmar un documento que acreditaba que la entrega del dinero era voluntaria.

    El sumario detalla cómo el jefe de Falange cometía “actos de barbarie” Ángel de Miguel, historiador, es nieto de Alfredo Miguel Plaza. Recuerda que su abuela declaró en el juicio contra Calzada que llegaba a la tienda ferretería, única fuente de ingresos de la familia tras el asesinato del cabeza de familia, y arramblaba con todo lo que deseaba justificándose en la “causa nacional”. “Al parecer no tuvo suficiente con asesinar a mi abuelo que practicó la rapiña con mi abuela. No fue la única. La extorsión practicada por este hombre y sus cómplices fue sistemática en toda la comarca”, señala Ángel de Miguel.

    La rapiña económica de las autoridades franquistas afectó a cerca de 200.000 familias “derrotadas” en toda España. Sin embargo, el caso de Ciudad Rodrigo y Juan Agustín Calzada es diferente. El líder de Falange fue juzgado y condenado por las autoridades franquistas a seis meses de prisión “por el delito de “estafa”, y “tres meses de arresto mayor y multa de 250 pesetas por delito consumado de coacción” (f. 766). “El delito de este hombre para los tribunales fue apropiarse de lo pesquisado y no entregarlo a la causa nacional”, apuntilla Ángel de Miguel.

    Continuara

    ResponderEliminar
  4. La causa, no obstante, no investiga y, por extensión, no condena ninguno de los asesinatos ilegales, incluso dentro de la legalidad franquista, practicados supuestamente por el líder de Falange y sus socios en Ciudad Rodrigo: grandes terratenientes, Iglesia, militares, Guardia Civil y carabineros. Entre los alrededor de 200 asesinatos cometidos en esta localidad salmantina de 10.000 habitantes (en 1936) y su comarca destaca la masacre de la casi totalidad de la Corporación municipal de Ciudad Rodrigo, los vecinos de El Bodón y Fuenteguinaldo y la matanza de siete personas la madrugada del 16 de diciembre de 1936 cuando fueron “paseados” el propio Alfredo Miguel Plaza, Eduardo Aparicio (director de sucursal bancaria), Avelino Martín Cascón (hermano del alcalde), Olegario Niño Caballero (veterinario), Evaristo Pino (empleado del Ayuntamiento), José Sevillano (jubilado) y Emilio Martín Donoso (industrial).

    Los siete hombres fueron detenidos a mediodía del 15 de diciembre. Apenas 12 horas más tarde fueron fusilados en la finca de un terrateniente de Ciudad Rodrigo en una zanja que ya había sido abierta tres días antes. No hubo juicio previo. Tampoco explicación. Ninguno de los fusilados pertenecía a un partido político. De hecho, algunos de ellos pertenecían a familias que se habían unido al Movimiento.

    Es el caso de Eduardo Aparicio Fernández, director de la sucursal bancaria de Banco del Oeste de Ciudad Rodrigo. Su familia, residente en Béjar, pertenecía a la CEDA. Él no pertenecía a ningún partido o sindicato. Tras su detención y antes de que la influyente familia de Aparicio pudiera mover sus contactos fue fusilado junto a los otros seis hombres. Su hijo, Juan José Aparicio describe la dramática situación que vivió aquellos días.

    “La familia de mi padre, que se había unido al alzamiento, trató de evitar el fusilamiento. Primeros nos dijeron que estaba detenido en Salamanca. Después que estaba en Ciudad Rodrigo, pero que lo iban a poner en libertad. Finalmente, supimos que había sido asesinado en una finca del pueblo”, explica Juan José.

    Continuara

    ResponderEliminar
  5. Eduardo Aparicio Plaza fue multado después de ser asesinado, la familia Aparicio, no obstante, consiguió que los falangistas reabrieran la fosa donde estaba el cuerpo de Eduardo y se llevaron su cadáver, con un tiro en la frente y otro en el pecho, a Béjar. Los otros seis cuerpos que permanecían en la fosa desaparecieron esa misma noche. Todavía a día de hoy no han aparecido. Los familiares continúan buscándolos.

    El asesinato de Eduardo Aparicio, sin embargo, no fue la única represión sufrida por su familia. Una vez terminada la Guerra Civil, el Tribunal de Salamanca abrió un proceso de responsabilidades políticas contra el fusilado y su viuda con el “único fin de incautarse del pequeño patrimonio familiar” que les quedaba. Las acusaciones realizadas contra Eduardo Aparicio para tratar de demostrar que era un 'rojo' son “cuanto menos ridículas”- Entre ellas, llevar corbata roja, recibir la noticia del asesinato de Calvo Sotelo con alegría y no acudir regularmente a la Iglesia.

    Finalmente, la viuda de Eduardo Aparicio fue condenada a pagar 500 pesetas de multa. La humillación, no obstante, fue mayor que la multa. El juez instructor interrogó a la viuda sobre los motivos por los que su marido no había acudido al juicio obviando que había sido asesinado y dando por buena la versión de las autoridades de Falange: Eduardo Aparicio había sido puesto en libertad el mismo día que fue arrestado. “Al parecer, que su cuerpo estuviera enterrado no era prueba suficiente para el juez para demostrar que mi padre estaba muerto”, apunta Juan José, de 83 años.

    Otro caso destacable de incautación acaecido en la provincia sucedió en la localidad de Béjar. Valentín Garrido Muñoz, concejal de Béjar y diputado provincial de Izquierda Republicana durante la República, puso en marcho una central hidroeléctrica en 1930 gracias a un préstamo del banco García y Cascón, según relata su nieto, Ramón.

    El 4 de agosto del 36, Valentín ingresa en prisión junto a otros cargos provinciales de las instituciones republicanas. “A los pocos días de estar en prisión, una persona del banco le visita en prisión y le pide que haga una cesión de bienes como pago del préstamo contraído. Mi abuelo se niega a ello y le dice que no tiene que hacer ningún pago porque está cumpliendo religiosamente”, explica Ramón.

    La negativa de Valentín tiene rápida respuesta. El 16 de agosto su hijo mayor, Ramón Garrido Lobo, recibió una paliza mortal en plena calle por parte de milicianos de Falange. Días después, el mismo responsable del banco vuelve a visitar a Valentín en la cárcel para volver a pedirle que haga la cesión de bienes al banco. Esta vez la reunión se produce a puerta cerrada en el despacho del director de la prisión. “Esta vez mi abuelo sí que firma la cesión y la hidroeléctrica pasó a ser del banco, que posteriormente las vendió por una cantidad multimillonaria a Iberduero”, explica el nieto de Valentín.

    La madrugada del 31 de diciembre Valentín fue fusilado junto al alcalde de la localidad de Béjar y un trabajador del Ayuntamiento. Tras el fusilamiento, la familia huye a Salamanca donde monta una pequeña pensión con los escasos fondos que no les fueron arrebatados. Con el paso de los años y después de media vida dedicada a estudiar el caso de su abuelo Ramón dice haber conseguido realizar el encaje de bolillos que explica el fusilamiento de su abuelo. “Su asesinato responde a una estrategia premedita para eliminar a todos los que no pensaban como los vencedores, pero también para apropiarse de todos sus bienes”, concluye este hombre.

    Federico Amorós

    ResponderEliminar
  6. La percepción de la corrupción, ya lo sabemos, es relativa. Por ejemplo, para el común de los mortales, el entorno del PP en Valencia es un paradigma de corrupción, como lo es en general el Partido Popular y quizá para bastantes valencianos no lo es tanto, si nos atenemos, por ejemplo, a los resultados electorales. Para otros -populistas, franquistas nostálgicos, corruptores…- la corrupción es únicamente cosa de “políticos”, sean del color que sean. Para los neoliberales, adictos al ánimo de lucro y negociantes en general, la corrupción es tan solo una variable más del negocio. Y, seguramente, para los súbditos de las satrapías resulta una broma lo que nosotros consideramos corrupción.

    Hay quien se pregunta ¿Y Franco fue corrupto?. "Con Franco era muy difícil sino imposible percibir la corrupción -que era estructural, institucional, absoluta- por la sencilla razón de que las dictaduras son por naturaleza opacas y, evidentemente, lo que no se ve no puede percibirse". Con libertad de expresión, las cosas resultan más transparentes, aunque no necesariamente más clarificadoras. Basta echar una mirada a los quioscos de periódicos para comprobarlo. Intereses empresariales, políticos, ideológicos…, querencias, inercias, compromisos… se reflejan en unas portadas que, sobre un mismo tema, transmiten mensajes divergentes, contrapuestos y, generalmente, antagónicos.

    ¿Es que, en consecuencia, la “mediocracia” miente? No exactamente, pero sí relativamente. Cada empresa periodística, cada medio, libra su propia batalla, se aferra a sus presupuestos, hasta el punto de que su información puede alejarse tanto de la realidad, a veces palpable, que resulta sencillamente irreconocible. Sobran ejemplos de la información entendida y tratada como mera propaganda partidaria destinada a satisfacer las pulsiones de los amos y lectores de los periódicos, cuando no a algo peor, y no faltan quienes instrumentalizan las noticias, a veces escandalosamente, para añadir agua a su molino.

    "La cultura política y los valores de la derecha tradicional entiende la política con la misma base moral que sustenta a la económica capitalista. El derecho de apropiación de bienes, que debieran ser colectivos, como bienes privados"

    Ya sabemos que la Verdad, así, con mayúsculas, no existe. Pero también creemos que puede existir y resulta saludable la tendencia a ella. Porque una cosa es, como saben los periodistas, que la información es materia altamente maleable y que su oficio consiste precisamente en manipularla y otra que de tal manipulación se derive lo más parecido a la Mentira, también con mayúsculas. No es, en tal sentido, lo mismo acercarse a los hechos con talante sincero, honesto, profesional -en el marco de las creencias de cada cual- que con cinismo, deshonestidad o con ánimo exclusivo de servir a quienes pagan.

    A este propósito, el tratamiento mediático de la corrupción resulta altamente ilustrativo. En general y como es natural, para los periodistas y los medios conservadores, que comparten y ensalzan sin tapujos los valores del mercado, el tratamiento de la corrupción oscila entre la comprensión más a menos velada (ya se sabe, la carne es débil…) y el más descarnado cinismo (el que no roba es porque no puede), pasando por las más insólitas variables de la hipocresía. Todo ello bien anclado en la doble moral católica, en el reflejo condicionado del conservador que, como los de los perros de Paulov, consiste, primero, en negar o poner en cuestión los hechos y, luego, si estos son irrefutables, concluir afirmando que, total, no pasará nada. Es decir, que el corrupto se irá de rositas y todo seguirá igual.

    Continuara

    ResponderEliminar
  7. A este propósito comenta “Marat” en la revista digital “Crónica Popular” que “la cultura política y los valores de la derecha tradicional entiende la política con la misma base moral que sustenta a la económica capitalista. El derecho de apropiación de bienes, que debieran ser colectivos, como bienes privados. Se asienta en una especie de ‘iusnaturalismo’ que justifica el darwinismo social, económico y político como derecho del más fuerte. De ahí que tienda a extender sobre toda la sociedad la naturaleza de su propia vileza”.

    En cualquier caso, más allá de la cacofonía de la brunete mediática o de los modélicos ejemplos de supeditación al poder de ABC y La Razón, el pulso que están librando El Mundo y El País ilustra algo de lo que está ocurriendo en este terreno de la corrupción y su tratamiento mediático.

    De todos es conocida la antigua rivalidad entre El País y El Mundo, que trasciende de sus parámetros ideológicos y ahora parece apuntar aún más hacia el zarandeado mercado de los lectores de prensa y los intereses empresariales a él asociados. En este contexto, El Mundo abanderó unas controvertidas informaciones sobre sospechas de corrupción referidas al ex-Presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, su familia y al actual Presidente Artur Mas. De ellas, se dijo desde que eran un mero invento del periódico hasta que las había filtrado intencionadamente el entorno del Gobierno para crearle problemas a Mas en vísperas electorales y, de paso, minar sus proyectos independentistas. En pleno fragor de la polémica -cloacas del Estado, sellos inexistentes, firmas falsas…- saltaron a la palestra los sindicatos de la policía diciendo algo muy fácil de entender: que los papeles en los que basó El Mundo sus informaciones eran unos más de los que circulan por los cajones de los agentes sobre casos que no prosperan porque sus responsables políticos lo impiden, generalmente por estar en ellos implicadas personas con poder o influencias.

    El País, al rebufo de la actualidad, se hizo eco de la noticia de El Mundo sin aportar nada nuevo hasta que, al cabo de varias semanas publicó, en domingo y en portada, una información referida al caso, responsabilizando a altos mandos policiales de un montaje mediático contra políticos nacionalistas catalanes. A lo largo de dos infladas páginas, se explayaba en la tesis, sin citar a ningún responsable de tales hechos, sin aportar pruebas o nuevas informaciones y, desde luego, ninguneando la explicación de los sindicatos policiales sobre el caso que, desde luego, era la más verosímil.

    Continuara

    ResponderEliminar
  8. En estas, llegó el caso Bárcenas y El Mundo volvió a colgarse una medalla, adelantándose informativamente al tema. Habría que preguntarse por qué, pero eso es harina de otro costal. En el campo del mercado mediático, El País volvió a encajar otro gol de El Mundo, hasta que, al cabo, de varios días se sacó la espina publicando los papeles del ex-tesorero del PP. En el interregno, El País publicó una falsa foto del Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que tuvo que retirar de urgencia, al comprobar su falsedad. Foto que, previamente, había sido ofrecida a El Mundo y este no adquirió, por cuestión de precio, se dijo.

    Obsesionados por los lectores, sometido a recortes internos, batallando descarnadamente por la publicidad, exasperados ante un futuro incierto, ambos diarios están librando una guerra en la que, indudablemente, estarán en juego muchos y diversos intereses pero entre ellos, sin duda y de manera principal, los suyos propios. Por esto quizá resulta un tanto alambicado el intento de encontrar segundas o terceras intenciones tras cada titular, cada noticia o iniciativa mediática. ¿Responden las informaciones de El Mundo a una lucha intestina en el PP?, ¿Publica El País los papeles de Bárcenas para favorecer a Rubalcaba o alguna otra familia socialista? Quizá sí, pero no mucho. Las cosas, por supuesto, no son unívocas pero, si los intereses y la pugna entre los grandes medios contribuyen a que se informe más y mejor sobre la corrupción, a poner en evidencia a corruptos y corruptores, a hacernos tomar conciencia del problema y a modificar en sentido positivo la percepción que de ella tenemos, bienvenidos sean.

    En este tratar de ocultar o pasar de puntillas en los casos de corrupción del Partido Popular (que hay para dar y tomar) el medio más descarado es sin ninguna duda 13 TV, les invito a que vean esta noche el programa “La Marimorena” de Calos Cuesta. La línea habitual de este “artista” del micrófono será atacar a la izquierda. Jamás se molestara lo más mínimo al PP. Y otro que ya causa risa por su peloteo incesante al Partido Popular, es ver en cualquier tertulia al director de La Razón, Paco Marhuenda, esto ya es de aurora boreal.

    P F

    ResponderEliminar
  9. No estaba muy desencaminado cuando le invitaba a que vieran “La Marimorena” de Carlos Cuesta en 13 TV.
    Este que presume de tener un periodismo sin complejos en defensa de España al margen de colores y partidos.
    Anoche estaba en el plató Alberto Casillas, el camarero que se enfrento a Pablo Iglesias en el Hotel Ritz.

    Entre los contertulios se encontraban José Manuel Yánez, y este pregunto al Sr Casillas si defendió a Hugo Chávez, tal y como se puede colegir de la imagen donde se muestra portando una bandera de Venezuela en una manifestación prochavista en 2013.

    Esto aunque parezca mentira, molesto más a Carlos Cuesta cuando le dice al “compañero” periodista “José Manuel, te he dejado que hagas toda tu exposición sobre Alberto Casillas con toda la libertad del mundo, pero aquí estamos ahora para…”.

    ¿Y este es el que está al margen de colores y partidos?.

    P F

    P. D. Los compañeros para este democrático Carlos Cuesta, en el caso de anoche eran Carmen Tomás, Isabel San Sebastián y Javier García Albiol, alcalde de Badalona, y para más señas del Partido Popular.

    ResponderEliminar