la suerte suprema

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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

martes, 30 de junio de 2015

CUTERVO: ESAÚ FERNÁNDEZ Y SEBASTIÁN RITTER ENOJARON AL PERSONAL.



 ESAÚ FERNÁNDEZ Y SEBASTIÁN RITTER FALTARON EL RESPETO A LA LITURGIA DEL TOREO.


Perú, 30/06/2015
No podemos dejar de dar nuestra enérgica protesta y llamada de atención a los que son llamados toreros quieran mofarse de tal manera faltando el respeto en primer lugar al TORO DE LIDIA, como al traje de luces, sujetos que por ganarse algunos aplausos faltaron el rito del toreo, al parecer no les importó estar enfundados en un traje de luces que muchos han dado sus vidas por mantenerlo en un lugar sagrado. Mientras estos señores Esaú Fernández y Sebastián Ritter no tienen el menor respeto a la Tauromaquia, toreando como en las imágenes, donde estamos señores! 


Madrid: Se impone el ‘lobby gay’.



Cristina Cifuentes, del Partido Popular, ha colocado una bandera gay en el balcón de la Real Casa de Correos de la Puerta del Sol. La nueva presidenta de la Comunidad de Madrid, ha afirmado que apoya esta lucha por la igualdad de matrimonios: “Yo siempre he apoyado las reivindicaciones de este colectivo"

Manuela Carmena ha ordenado colgar la bandera del orgullo gay de todos los edificios representativos de la ciudad

La primera celebración del mal llamado 'orgullo gay' con el Ayuntamiento de Madrid en manos de Manuela Carmena ha teñido la ciudad -más aún de lo habitual- de banderas arcoíris, incluso en lugares tan emblemáticos como el Ayuntamiendo de Madrid o la fuente de Cibeles, que han sucumbido a esta corriente y lucen grandes estandartes mullticolores.

Este año, con la llegada de Podemos al consistorio, la celebración cobra más fuerza y se quiere incluso convertir en una especie de fiesta patronal, como mantuvo la propia Carmena, que lo quiere equiparar con las fiestas de San Isidro. En los próximos días las calles de la capital se llenarán de homosexuales que celebrarán su Semana Grande con el visto bueno del Ayuntamiento y las criticas de muchos vecinos, que ven desmedido el derroche económico de este festival.

Estos cambios han alterado los edificios públicos de Madrid, llegando incluso a colocar, por primera vez, una bandera multicolor en todas las Juntas de Distritos.

Incluso el Ayuntamiento de Madrid y la fuente de Cibeles se llenaron de luces de colores por la noche en honor a este día. por orden de Manuela Carmena.


“Puede molestar, pero lo agradecerán con el tiempo y se darán cuenta de su importancia y su repercusión porque España es un referente en cuanto a derechos. Solo la manifestación se contradice con la imagen rancia que en ocasiones tiene el país”. Ha señalado la alcaldesa comunista, Manuela Carmena, que pretende unas fiestas del Orgullo Gay a la altura de San Isidro.

Con este apoyo desde el Ayuntamiento de Madrid la alcaldesa comunista, Manuela Carmena, pretende la destrucción directa de la familia, la única posible, la compuesta por hombre y mujer abiertos a la vida. Un plan que lleva ya muchos años en marcha, que además ayudaría a cumplir su segundo objetivo, que seria la reducción poblacional para el mejor control de la población y perdida de libertades con medidas como el asesinato de inocentes mediante el aborto libre.


Burgos: el escándalo trae cola...


Cayetano

"...Para que la Fiesta sin toro, la llamo así a falta de que el marketing la bautice de otra manera, se lleve a cabo en un coso moderno como el Coliseum se necesita, fundamentalmente, una ganadería como la de La Palmosilla, que cría animales que parecen astados de lidia, pero solo lo parecen, y unas figuras del toreo que exijan un hierro de ese tipo.

Enlace relacionado:
Un día grande que se convirtió en desastre

Burgos - martes, 30 de junio de 2015
El lamentable juego de los toros, o lo que fueran, de La Palmosilla hunde uno de los festejos más esperados de la feria en el que solo se salvó Cayetano

Ahora que los profesionales del toro, y también los aficionados, agitamos el discurso del miedo (¡A las trincheras, que viene el coco!) debido a la entrada en las corporaciones municipales y autonómicas de fuerzas políticas abiertamente antitaurinas, quizá lo que ocurrió ayer en el Coliseum (en festejos como ése no merece el honor de ser llamado El Plantío) es la evolución de la Fiesta que se reclama desde fuera para su subsistencia. 

Me explico. La razón más importante que se esgrime para prohibir la Tauromaquia es el sufrimiento del toro. Se entiende, por tanto, que si en un festejo no hay astados de lidia, no hay sufrimiento. Y ayer, toro, o sea, lo que se entiende como tal, con su bravura, su casta, su codicia, su nobleza, su transmisión y pongan ustedes todas las cualidades que debe tener un burel, no hubo sobre el albero burgalés. Hubo animales, eso sí, con sus dos orejas, sus dos ojos, su rabo, sus cuernos y sus patas endebles que les hacían estar más tiempo en el suelo que de pie. Ojo, que lo mismo Burgos patenta el espectáculo y hacemos a la ciudad de oro. Dejo la idea en el aire. Hay que buscar, eso sí, un nombre más comercial porque La Fiesta sin toro para ponerlo en un cartel queda un poco largo. 

Para que la Fiesta sin toro, la llamo así a falta de que el marketing la bautice de otra manera, se lleve a cabo en un coso moderno como el Coliseum se necesita, fundamentalmente, una ganadería como la de La Palmosilla, que cría animales que parecen astados de lidia, pero solo lo parecen, y unas figuras del toreo que exijan un hierro de ese tipo. 

El empresario, en este caso, no deja de ser un invitado de lujo: él considera que las figuras van a atraer a gente a su plaza y, por ello, contrata las divisas que éstos le exigen. Ni un pero a su labor. Se requiere también de un público que acuda presto al espectáculo, pero eso no es difícil si se anuncian matadores de postín como Morante de la Puebla, Miguel Ángel Perera y Cayetano.

Puestos a redondear, se puede jugar también con la fecha. El día grande de las fiestas de la ciudad. Así, la expectación será máxima y la ilusión llenará la plaza. Por cierto, la plaza no podrá ser de toros, porque la clave es que se lidien animales que solo lo parezcan.

Es recomendable, para esta Fiesta sin toros que el presidente colabore porque si, de repente, saca el pañuelo verde ante la manifiesta invalidez de un burel y por chiqueros sale un sobrero que embiste, pues se fastidia el invento. Así que necesitamos autoridades con el pañuelito de marras en el bolsillo. 
De todo eso que conforma ese espectáculo que no se parece a una corrida de toros tuvimos ayer en el Coliseum que se engalanó para celebrar el día grande de los Sampedros. Con himno y todo que, a la postre, fue el momento de mayor emoción de una tarde que está condenada al olvido más absoluto. Salvo, claro, que esto sea el reflejo de lo que nos espera en el futuro. 

A todo esto, que quizá los cronistas o críticos, como gusten, sobramos en esta nueva Fiesta, porque es complicado hacer un relato de un festejo taurino que no es tal. Porque, y aquí está la clave por si aún no ha quedado claro, sin toro, esto no tiene sentido. Lo que más se pareció ayer a un astado fue el sexto. Nada del otro mundo, pero al menos no se derrumbaba. Incluso tenía calidad en la embestida. Se encontró, además, con un sorprendente Cayetano que quiso que la gente que llenó el Coliseum saliera del mismo con una mínima alegría. Tiró de casta, el torero digo, que el animal tampoco andaba sobrado, y planteó una faena templada. Con empaque. Se gustó con la muleta en la mano izquierda, aunque tuviera que sacar los naturales de uno en uno. Muletazos sueltos, pero profundos. Además, tiró de populismo para acabar de convencer a un público que, a esas alturas, tenía un cabreo de escándalo. Y lo consiguió porque cuando mató al burel se pidió con fuerza la oreja. 

Fue el único trofeo de la tarde, aunque Perera, en su versión de enfermero, casi logra tocar pelo ante el segundo, pero la espada le privó del apéndice. Morante de la Puebla pasó por Burgos. Se llegó a estirar a la verónica, hasta que se dio cuenta que sin toro, no hay Fiesta. Igual los antitaurinos están dentro y no fuera. 

Chamusquina / por Ignacio Ruiz Quintano



"...Los comunistas griegos celebran el Orgullo Griego quemando euros (billetes de a cinco, que no dan para “asar una vaca”) y los comunistas españoles celebran el Orgullo Gay pidiendo quemar la Conferencia Episcopal..."


Abc
El neocomunismo consiste en reducir toda la literatura comunista a una consigna al alcance del ama de casa y el estudiante de la Complutense: no pagar.

Para pagar hay que tener dinero y para tener dinero hay que trabajar. No pagues y no tendrás que trabajar, que es una maldición bíblica, razón por la cual los chicos de la tea (“los chicos de la gasolina” de Arzallus) podemita celebran el Orgullo Gay en Sevilla berreando “¡Hay que quemar / la Conferencia Episcopal!”


Es el católico Bergamín quien se da cuenta de que casi nunca España huele, como en una hamlética Europa, a podrido, a sangre podrida, sino a sangre quemada, chamuscada: huele a chamusquina.


Los “kikos” sevillanos de Pablemos que cantan a la quema de obispos son los primillos intelectuales de Rita la Cantaora, esa portavoz municipal de Madrid que, tetas al viento (“Matraque à grands coups de mamelles”, en la “Hécatombe” de Brassens) profanó una iglesia en pleno rezo al grito de “¡Arderéis como en el treinta y seis!”

Donde hoy se queman libros mañana se quemará a seres humanos –fue el comentario de Heine en la Alemania de 1821, ante una oleada de autos de fe nacionalistas.

Donde hoy quieren quemar católicos mañana querrán quemar “paisanos”.

Bergamín insiste en que la tradicional incredulidad española es el miedo a la luz, que quema los ojos, el pensamiento, la verdad.

–Un poco de luz y no de sangre –pide Cervantes por boca de uno de aquellos perros siempre alertas al olorcillo sanguinario de los mataderos.

Los comunistas griegos celebran el Orgullo Griego quemando euros (billetes de a cinco, que no dan para “asar una vaca”) y los comunistas españoles celebran el Orgullo Gay pidiendo quemar la Conferencia Episcopal.

¡Ah, este final wagneriano de Grecia!

Pues Tsipras justificando el impago de la deuda con la Cuna de la Democracia es Wagner negándose a devolver los préstamos a sus benefactores porque las notas a pie de página en sus biografías los harían inmortales.

***

3ª de San Pedro en Burgos. Oreja in-extremis para Cayetano en jornada escandalosa. / por J.A. del Moral.



"...Creo que debería llegar la hora, ya mismo, de que los empresarios y las autoridades corten por lo sano y que prescindan de Morante sin remilgos en cuanto surjan las amenazas de su pintoresco mentor. Y de que, si llegara el caso extremo, suspendan la celebración de los festejos..."


Oreja in-extremis para Cayetano en jornada escandalosa prologada por un himno operístico que fue lo mejor de la tarde

J.A. del Moral / 30/06/2015
Coliseum de Burgos. Lunes 29 de junio de 2015. Tercera de feria. Tarde muy calurosa en plaza cubierta con casi lleno.

Siete toros de La Palmosilla incluido el sobrero que reemplazó al cuarto, devuelto por inválido. En su mayoría sobrepesados, muy cómodos y sospechosos de cuerna y de juego escandaloso por su nula fuerza salvo el menos feble tercero y el muy noble sexto que tuvo la justa.

Morante de la Puebla (corinto y oro): Estocada, pitos. Media caída a paso de banderillas y cuatro descabellos, bronca monumental.
Miguel Ángel Perera (marino y oro): Pinchazo, estocada trasera caída y cuatro descabellos, aviso y palmas. Dos pinchazos y estocada, silencio.
Cayetano (verde botella y oro): Estoconazo en los bajos, petición desatendida y saludos. Estocada, oreja.


Dejemos aparte y por delante los pocos momentos gratos de una desdichada tarde. El primero fue la interpretación del himno de Burgos antes de que arrancara el paseíllo con los toreros a pie firme en formación. Fue una manera de celebrar la festividad mayor del día grande de las fiestas, dedicadas a San Pedro y San Pablo. A pie firme los matadores y sus cuadrillas, cubiertos con sus monteras menos Cayetano que se despojó de la suya en señal de respeto.

Lo más sobresaliente de este prólogo musical y coral – la letra de himno fue cantada por los miles de burgaleses que asistieron al evento y todos en pie – fue la calidad operística de la pieza. Una partitura digna de haber sido escrita por el mismísimo Giuseppe Verdi aunque su verdadero autor fue el compositor palentino Mariano Zurita (1920). Confieso que me emocioné como si estuviera en el estreno de una ópera en las Termas de Caracalla. Fue lo mejor de la tarde junto a la actuación en conjunto del antes educadamente respetuoso Cayetano Rivera Ordóñez a quien no había visto torear desde que reapareció. Anda mejor, con más sitio, con más ganas y con más natural facilidad que en sus primeras temporadas como matador de toros. Lo celebro.

Tuvo Cayetano los dos únicos toros potables de la corrida y, sobre todo su faena al sexto, fue la más gozosa de la por lo demás bochornosa jornada. La más feliz obra de Cayetano no tuvo más defecto que iniciarla sentado en el estribo. Como quizá también su inconveniente recibo capotero con lances rodilla en tierra. Tal y como iba la corrida en cuanto a la nula fuerza de las reses, mejor hubiera hecho el nieto menor de Antonio Ordóñez en no forzar las cosas. Pudo cortar Cayetano la oreja del tercero de no haberlo matado de infamante aunque efectivo bajonazo. Pero cortó la del sexto merecidamente, salvándose de la general quema.


De esta quema hay mucho que decir porque de la lidia no ha lugar a decir nada más que los dolientes aspectos de ver a Morante como perdía los papeles y a Miguel Ángel Perera por cómo se esforzó en lograr lo que era materialmente imposible dada la manifiesta invalidez del ganado que le correspondió en desgracia. Los dos de un envío en su mayor parte excesivamente regordío de pobrísimo juego como consecuencia de una clamorosa y desesperante falta de fuerza.

Pese a tamaña carencia, solo fue devuelto el cuarto toro. Lo reemplazó otro del mismo hierro aún más inválido si cabía. Pero este no fue devuelto aunque Morante y su cuadrilla hicieron todo lo posible para que se derrumbara por completo y obligara a la presidencia a devolverlo a los corrales. Por cierto, vi muy nítidamente como durante tan penoso trance, Morante parlamentaba con su apoderado-acompañante o lo que sea este sujeto al que acompañan los escándalos allá donde pisa, Antonio Barrera, y cómo de inmediato ordenaba a un ayuda para que corriera por el callejón hacia los chiqueros, supongo que para comprobar si se disponía de algún sobrero que arreglara la catástrofe. No hubo caso.

 "...don José Antonio Morante de la Puebla. Ponga orden, matador, si no quiere verse una tarde detenido con sus secuaces..."


En medio del jaleo, un compañero periodista me informó de que había sido precisamente Barrera – ayer estrafalariamente ataviado con una chaqueta roja – quien impuso a la empresa la corrida de La Palmosilla. Barrera está haciendo verdaderas fechorías en la elección del ganado para su amigo Morante, así como en los corrales durante los sorteos y apartados.
La intemerata barrerista merecería un libro verde. Pero lo que nadie entiende es que los empresarios y no pocas autoridades traguen bajo las innumerables amenazas del subsodicho cuando para que se haga lo que a él le da la gana, esgrime la deserción del gran artista de la Puebla del Río. “O se hace lo que yo digo, o Morante no torea”Y así una vez y otra y otra y otra….

Creo que debería llegar la hora, ya mismo, de que los empresarios y las autoridades corten por lo sano y que prescindan de Morante sin remilgos en cuanto surjan las amenazas de su pintoresco mentor. Y de que, si llegara el caso extremo, suspendan la celebración de los festejos.

Por cierto que, de entre los entornos de Morante y de su amigo Barrera, ayer también sucedió en la nueva plaza mientras duró la corrida algo realmente vergonzoso cuando no deleznable y hasta punible. Fue el caso de la petición cuasi violenta de uno de los peones banderilleros de Morante al cirujano jefe de la plaza, Manuel Aguado, gran médico, gran aficionado y excelentísima y queridísima persona, para que le explorara una supuesta lesión que para nada se había notado mientras intervino. Si lo hubiera hecho educadamente, seguro que el doctor Aguado le habría atendido gentilmente. Pero es que se lo pidió tan violentamente, tan insultantemente, llamándole de tu como si fuera uno más de la “pandilla” y hasta amenazándole de denunciarle, que al doctor no le cupo más remedio que negarse en todo su derecho dadas las inadmisibles e intolerables formas que emplearon los que acudieron hasta el burladero que ocupan los médicos. Entre otros, también el ya tristemente famoso hombre de la chaqueta roja.

Vamos a ver si hay alguien que ponga orden de una vez por todas a esta clase de elementos que, con su proceder, están llevando a la Fiesta por derroteros muy peligrosos y, de paso, perjudicando a quien pretenden proteger que, además, es quien les paga: don José Antonio Morante de la Puebla. Ponga orden, matador, si no quiere verse una tarde detenido con sus secuaces.

Pero, claro, se aprovechan de que estamos actualmente en España en un viva Cartagena, en un manga por hombro general que también inunda al toreo sin que nadie diga nada ni se atreva a poner remedio.


El paraíso griego...



AIT: Acciones penales contra alcaldes españoles que obran contra la Tauromaquia.



La Asociación Internacional de Tauromaquia (AIT), que preside el jurista Williams Cárdenas, ante el creciente anuncio de medidas contrarias a la Tauromaquia en el territorio español ofrece asesoramiento y atención jurídica de especialistas en la materia, a fin de canalizar dichas acciones en defensa de la Tauromaquia

LAS INICIATIVAS DE ALCALDES ESPAÑOLES CONTRA LA TAUROMAQUIA CONLLEVAN 
RESPONSABILIDAD PENAL


Madrid, 29 de Junio de 2015
En España resulta posible sentar a los alcaldes y concecajes que agreden a La Fiesta ante los tribunales como imputados, inhabilitándolos para la función pública

Se acabó el considerar a la Fiesta un blanco fácil, y sin escrúpulos, usarla con intereses políticos, para lo cual, la A.I.T. ofrece asesoramiento

La Asociación Internacional de Tauromaquia (AIT), ante el creciente anuncio de medidas contrarias a la Tauromaquia en el territorio español, se permite informar a la opinión pública y especialmentea la afición a la Fiesta de los Toros, lo siguiente:

Las iniciativas contrarias a la Tauromaquia por parte de autoridades, alcaldes y concejales, son manifiestamente ilegales y entrañan en principio, responsabilidades penales y civiles, tanto a nivel personal como corporativo, por violentar leyes nacionales e incluso preceptos constitucionales.

Por tal motivo, ante la necesidad de un respuesta contundente, quienes impulsen estas medidas anti taurinas han de saber que con la legislación actual que en España ampara a la Tauromaquia,serán objeto de acciones legales ante los órganos jurisdiccionales competentes, por estar actuando a conciencia, en contra de una parte del patrimonio cultural del pueblo español. Una imputaciónque les inhabilitará para ejercer cargos públicos

La Asociación Internacional de Tauromaquia (AIT), está en condiciones de ofrecer a quienes se consideren afectados por tales medidas, el asesoramiento y la atención jurídica de especialistas en la materia, a fin de canalizar dichas acciones en defensa de la Tauromaquia. A tal propósito pueden contactar en la dirección tauromaquia@tauromaquia.org

La Junta Directiva

URDIALES EN SAN FERMIN / por Antolín Castro


Una alegría saber que estará Urdiales en San Fermín


"...sin alegrarnos por la ausencia de Ferrera, festejamos la inclusión de Urdiales. Podía, y debía, haber estado desde el principio, pero nunca es tarde. El próximo día 8 una cita ineludible para los que pensamos que el toreo es algo más que encontrar un toro colaborador al que darle ‘fiesta’..."


URDIALES EN SAN FERMIN

España
Sin que nos podamos alegrar de la baja por lesión de Antonio Ferrera, la noticia, y la alegría, es que el diestro riojano, Diego Urdiales, estará en la próxima feria de San Fermín.

Pocas cosas son más justas y necesarias para la Fiesta que poder tener en los ruedos a Urdiales. Si se había valorado como muy negativa su ausencia, ahora hay que valorarla como muy positiva su presencia.

Para los aficionados es imprescindible tener la opción de ver a Diego Urdiales en las ferias, pues es casi la única opción de poder presenciar la interpretación más pura del toreo. Toreros como él, hoy en día valorado por todos, son necesarios si queremos mostrar esa otra forma de torear que ha caído en desuso.

Su compromiso con la autenticidad se hace cada vez más necesario para poder seguir confiando en que hay valores que no se deben dejar de lado. Las figuras, lo sabemos todos, han hecho de su carrera profesional un camino de rosas, sin obstáculos, con todo a favor, sin compromiso. Pero siendo eso nocivo, lo es mucho más el copar prácticamente todos los puestos, impidiendo que se pueda ver a los jóvenes, o como en el caso de Urdiales, a los toreros más puros.

De esta forma tendremos ocasión de ver al de Arnedo, ya no solo en Madrid, en Bilbao o en plazas francesas, sino también en Pamplona. Ya ven, se le puede ver donde más seguridad hay de que salga el toro íntegro. En Francia también existe esa garantía.

Unimos la garantía del toro a la garantía del toreo, del concepto y la tauromaquia que defiende y ejecuta el torero riojano. Dos garantías que juntas cumplen además, por si fuera poco, el objetivo de siempre de Opinionytoros: Toro íntegro y Toreo auténtico.

Es como si hubiéramos encontrado en Diego Urdiales el torero que siempre hemos exigido y defendido. Por eso, y por ser del gusto de los aficionados más exigentes, con los que nos identificamos, es por lo que nos alegra que se contrate a este torero. Otros, y no hace falta dar nombres, no es necesario ni importante que les contrate nadie, aunque no paren de contratarles.

Enhorabuena a Diego, pero mucho más grande es la enhorabuena para cada uno de los aficionados, ya que con éxitos glamurosos y sin ellos, Urdiales defiende los ideales por los que siempre sueña el aficionado, incluyendo entre éstos a Curro Romero o El Viti.

Repito, sin alegrarnos por la ausencia de Ferrera, festejamos la inclusión de Urdiales. Podía, y debía, haber estado desde el principio, pero nunca es tarde. El próximo día 8 una cita ineludible para los que pensamos que el toreo es algo más que encontrar un toro colaborador al que darle ‘fiesta’.

La bola y A Bola Juan Manuel Rodríguez


AVANCE 'A Bola'. Cristiano: "Que paren de sacar noticias falsas y que me dejen un poco en paz": http://t.co/qxIhII3eJa#elchiringuitodeneox

"...A diferencia de otras aficiones, la del Madrid es abofeteable. Son, ya se sabe, las cosas del nuevo periodismo deportivo..."


La bola y A Bola
   
Cristiano Ronaldo desmintió el otro día en A Bola la otra bola, la bola de quienes, al cobijo del conflicto con Ramos y el impasse con Casillas, pretendían incluirle (ahora se ve que en contra de su propia voluntad) en el pack 3x1 de descontentos con el club blanco. Cristiano rompió su silencio para decir que está muy feliz en el Real Madrid, que son absolutamente falsas las noticias que buscan generar conflictos, que está en el mejor club de fútbol del mundo y que le gustaría que le dejasen en paz de una vez por todas. Y es curioso porque mientras que la falsa información ocupó generosas portadas (por ejemplo, la del diario As), el desmentido del futbolista se escondió en cicateras páginas interiores. No faltaron, claro, las galerías fotográficas de jugadores emblemáticos que salieron "por la puerta de atrás". Si yo fuera un malpensado, que no lo soy, podría llegar a la conclusión de que se pretendía que el lector creyera una cosa distinta a la real.

Pero ni siquiera el desmentido de la falsa información por parte de su atónito protagonista parece ser ya suficiente para que el nuevo periodismo deportivo rectifique. Me viene a la cabeza aquel viejo adagio para malos periodistas que decía lo siguiente: "No dejes que la realidad te estropee una buena noticia". Así, Cristiano no sabría realmente lo que quiere Cristiano, Cristiano no estaría de acuerdo consigo mismo y si Cristiano fuera un hombre verdaderamente sensato debería esperar un poco hasta leer lo que algunos periodistas dicen que él piensa de su situación en el Real Madrid. Cristiano está descontento con el Real Madrid y punto. Y si, harto de que se arrojen continuamente falsedades sobre él, sale a desmentirlo, entonces queda demostrado que el desmentido es mentira y que a Cristiano no le queda otra que desmentir la verdad, que no es la que él dice sino la que publican sobre él determinados periodistas.

Por cierto que de la falta de seriedad de algunos futbolistas da buena prueba la actitud de Arda Turan. El turco dijo ayer a través de Twitter que su agente está hablando con tres o cuatro equipos. Con un par. Si Turan, que también tiene contrato hasta el año 2017 como Ramos con el Madrid, se quiere marchar del Atleti no es porque Simeone le haga correr mucho o poco (lleva ya cuatro años con el Cholo) sino porque ha visto que le pueden pagar más dinero en otro sitio. Ya he escuchado eso de "¡esto no se lo merece la afición del Atleti!"... Y es verdad: la afición del Atleti no se merece que Turan, que quiere ganar más, coquetee con otros clubes. Ninguna afición se merece eso... salvo, al parecer, la del Real Madrid, que sí se merece todos y cada uno de los desplantes de sus jugadores. Se mereció el desplante del papá de Özil. Y luego el de Di María. Y antes el de Robinho. A diferencia de otras aficiones, la del Madrid es abofeteable. Son, ya se sabe, las cosas del nuevo periodismo deportivo.


lunes, 29 de junio de 2015

Última de feria en León. Las cabalgadas de Hermoso, los “inventos” de Ponce y el “populismo” de Padilla / por J.A. del Moral


Lo de Ponce es algo único en la historia del toreo.


Pablo Hermoso de Mendoza (casaquilla cobalto y sombrero calañés): Pinchazo hondo sin soltar, otro de tal guisa y rejonazo, ovación. Rejonazo barrenando, dos orejas.
Enrique Ponce (amapola y oro): Gran estocada, orejas. Estocada que escupe y cuatro descabellos, vuelta clamorosa.
Juan José Padilla (esmeralda y oro) en sustitución del nuevamente lesionado José María Manzanares: Estocada, oreja. Estocada, oreja y petición denegada de otra.
Los tres salieron de la plaza en hombros 


Las cabalgadas de Hermoso, los “inventos” de Ponce y el “populismo” de Padilla


J. A. del Moral / 29/06/2015
Plaza de toros de León. Domingo, 28 de julio de 2015. Última de feria. Tarde calurosísima en plaza cubierta con dos tercios de entrada. 

Dos toros para rejones de San Pelayo (Murubes de Capea) discretamente presentados y de suficiente juego. Cuatro de Albarreal, dos terciados y dos cuajados, manejables en distintos grados de fuerza. Ninguna el que hizo de segundo y más enteriza aunque escasa los demás.

Las mixtas de Enrique Ponce continúan prodigándose allá donde se organizan en pos del deseo que impone el valenciano con sus razones. No son otras que preferir no abrir plaza por aquello de que, en los primeros toros, las gentes andan todavía frías, distraídas y no suelen apreciar en justicia lo que lleva a cabo el gran maestro como, sin ir más lejos, sucedió anteayer en Burgos.
Un rejoneador por delante y punto final para la lidia a caballo era la costumbre hace muchos años. Los tiempos en que los caballeros limitaban su actuación al toro de apertura. Tiempos de los Antonio Cañero, don Álvaro Domecq, el Duque de Pino Hermoso, don Ángel Peralta, Fermín Bohórquez padre… Los hermanos Peralta fueron los que extendieron sus actuaciones hasta convertir sus tardes en exclusivas. Fue el inicio de las corridas de rejones por entero… hasta llegar los años de los “Cuatro Jinetes de la Apoteosis” que fueron tomando cuerpo con los excepcionales caballeros que revolucionaron el cotarro. Lupi, Alvarito Domecq, Joao Moura, Manuel Vidrié… y sucesivos protagonistas hasta llegar al todavía inagotable rey de reyes, Pablo Hermoso de Mendoza, que en estas últimas temporadas comparte el trono con Diego Ventura. Ambos seguros y adorados triunfadores con la feliz complacencia de los públicos.

En fin, que entre los caprichos de unos y de otros, estas mixturas no cesan. Lo comprendo aunque a mí no me gusten demasiado. Pero esto es lo que hay y como ver a Ponce en esta vigésimo sexta temporada de su vida es un lujo asegurado por más encumbrado que nunca aunque parezca mentira, nos fuimos a León, también atraídos por la anunciada participación en el festejo de otro privilegiado, José María Manzanares, finalmente no compareciente como consecuencia de otra voltereta sufrida en Badajoz que agravó la lesión padecida en Granada.


No es por nada, pero nos disgustó su ausencia, suplida por Juan José Padilla que el día anterior puso la plaza de león boca abajo. Hasta cortó un rabo y volvió a pasear la bandera pirata. Pasada que detesto por irrespetuosa para sus compañeros que ahora tragan todo lo tragable. Pero es que en León, Padilla añadió la Enseña Nacional de España a sus manías de abanderado perpetuo. Me parece muy bien el gesto en defensa de nuestra Fiesta últimamente tan necesitada de apoyos. Pero mucho mejor me parecerá si cuando Padilla actúe en los próximos Sanfermines de Pamplona, hace lo mismo que en León. A ver que hacen entonces, a ver cómo reaccionan sus adoradores de las peñas pamplonicas de los tendidos de sol…. Si Padilla se atreve a pasear la bandera de España en la Pamplona que este año nos vamos a encontrar, me quitaré el sombrero. Y si no se atreve, se lo recordaré. Vaya que se lo recordaré…

¡Viva España y viva a Fiesta Nacional pues y por siempre, pase lo que pase¡

Cuando las Corridas Generales de Bilbao quedaron inmersas en la llamada Aste Nagusia, las recién estrenadas comparsas ocuparon los graderíos altos de la plaza de Vista Alegre – ya no van por fortuna – y, una tarde de inolvidable recuerdo, Paquirri banderilleó con palos adornados con la bandera de España en vez de los de lujo que allí se utilizan. Puso tres pares con dos pares…. En medio de un lío descomunal, mientras Manolo Chopera, que trató de impedirlo, se llevaba las manos a la cabeza sin sabes qué hacer. Pues bien, Paquirri no solo se pasó por sus bemoles a las comparsas sino que, después, le cortó las dos orejas al toro por cierto manso que tuvo enfrente armando un alboroto tan grande que hasta un grupo de los que le habían llamado de todo bajaron al ruedo para felicitarle. Y eso, eso es exactamente lo que le pido a Padilla que haga este año en Pamplona.


Además de la acostumbrada maestría y brillantez de Hermoso sobre sus excelentes corceles, apenas paliada por su fallo con el rejón de muerte con el primer toro de ayer en León, lo más sobresaliente corrió, como no podía ser menos, a cargo de Enrique Ponce. Se “invento” dos faenas. La primera, realmente inverosímil, frente a un animal por el que nadie dimos un duro. Labor de prestidigitador culminada con una gran estocada de las que este año Ponce prodiga porque está matando mejor que nunca en su larga e inagotable vida profesional. Es algo inaudito pues se da el caso que, el año pasado, por poco le mata un toro en las Fallas al que mató a sangre y fuego a cambio de un cornalón que le atravesó el pecho desde la axila al hombro contrario pasando el pitón muy cerca de la carótida. Vamos, como para decir adiós y hasta siempre. Lo de Ponce es algo único en la historia del toreo.

Pero es que con su segundo toro de León, que este sí lo fue por presencia que no por esencia ni potencia, lo de antes quedó en mantillas. A este le cuajó una faena de sus grandes. Tal como iba la corrida en cuanto a trofeos concedidos, hubiera sido de rabo de no fallar con el descabello. La vuelta al ruedo que le obligaron a dar fue como si el despojo máximo lo llevara en la mano.

Padilla fue Padilla en grado superlativo con sus dos toros. La plaza volcada y él también. El nuevo presidente del coso leonés, gran compañero en la crítica y gran aficionado, Julio Cayón, se negó a darle la segunda oreja del sexto toro con toda razón y se la armaron en grande. Cayón también tuvo que echarle valor manteniendo su criterio porque habría sido un escarnio que, tras lo hecho por Enrique Ponce, Padilla hubiera quedado por encima en trofeos concedidos. Gracias, don Julio y enhorabuena por su estreno presidencial.

Burgos: la cornada a Joselito Adame



De la estocada al último toro de La Quinta salió seriamente herido Joselito Adame, cuando lo había cuajado de pitón a rabo. Rodó el santacoloma certero y Adame fue llevado a la enfermería del Nuevo Coliseo burgalés. Perdón, a la UVI móvil ya que el piquete tiró el quirófano en la reforma. Y allí lo estabilizaron para trasladarlo al Hospital Universitario y poderlo intervenir. El doctor Aguado no se separó de su vera. Dos trayectorias se le detectaron en el muslo derecho que más tarde se confirmaron.


Joselito Adame cortó tres orejas, contando con la primera que le cortó al tercero tras una faena de radiante actitud. 

Ficha.- Nuevo Coliseo de Burgos. Domingo, 28 de junio de 2015. Segunda de feria. Dos tercios de entrada. Toros de La Quinta, bien presentados, variados de hechuras y entipados; el 6º encastado y con fondo; exigentes y con temperamento los tres primeros; deslucido el 4º; a menos el 5º. Fernando Robleño, de tabaco y oro. Estocada tendida (oreja). En el cuarto, estocada (silencio). Manuel Escribano, de turquesa y oro. Metisaca y estocada (oreja). En el quinto, tres pinchazos y estocada. Aviso (ovación). Joselito Adame, de grana y oro. Estocada en la suerte de recibir (oreja). En el sexto, estocada de la que sale herido (dos orejas).

El paraíso venezolano...



En lo que va de año han sido asesinados 21 escoltas


VICENTE BARRERA, UNO DE LOS GRANDES DE LA TORERÍA / por Rafael Dupouy Gómez


El diestro valenciano Vicente Barrera Cambra en 1931. 
Fotos: Baldomero. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).


“Dedico con todo mi cariño y amistad, este especial recuerdo del gran maestro valenciano, a su hijo, don Leopoldo Barrera Risueño y a su nieto, Vicente Barrera Simó”.


VICENTE BARRERA, UNO DE LOS GRANDES DE LA TORERÍA

Rafael Dupouy Gómez / Caracas, 28 de Junio de 2015
Me complace sobremanera escribir este artículo dedicado a Vicente Barrera Cambra, quien fue en su tiempo un magnífico torero, valiente, inteligente y dominador como muy pocos en el difícil mundo del toro. Se destacó por su gran profesionalismo y amor propio, demostrando “vergüenza torera”, teniendo incluso que enfrentar en su carrera taurina a muchos detractores a los que enmudeció con la verdad de su toreo por delante, ejecutando sus pases llenos de arte, temple y una quietud pasmosa.

Destacó toreando con el capote, realizando vistosos remates y variados quites. Con la muleta siempre se presentó como un matador de toros poderoso, mostrando su calidad y grandeza. Inolvidables fueron sus característicos pases sentado en el estribo, sus imponentes estatuarios, naturales de enorme profundidad y su personalísimo pase de la firma, de rodillas y por bajo. Sobresalió por ser un diestro de variado repertorio que remataba sus faenas con valentísimos y temerarios desplantes. El estoque no resultó su fuerte, sin embargo, se convirtió en uno de los máximos exponentes del descabello.

Vicente Barrera constituyó junto a Marcial Lalanda, Domingo Ortega y Manolo Bienvenida, los cuatro “Ases” de la baraja taurina. El valenciano gozó siempre del cariño y respeto de sus admiradores. No le gustó nunca presumir de su popularidad ni tener una corte de aduladores. Logró pasear, triunfalmente, por los ruedos de toda España y América. El “Barrerismo” se impuso definitivamente, llenando los cosos, figurando en las combinaciones de los carteles y las ferias más importantes. Debido a su fama, el célebre pintor Carlos Ruano Llopis, lo inmortalizó en muchos de sus carteles y cuadros de la época.

Resumiendo algunos de los aspectos más importantes de su vida, el diestro Vicente Barrera Cambra, nació en Valencia (España), el 4 de diciembre de 1908, en la calle de Cuarte, número 117. Su padre, don Vicente Barrera Ros, fue propietario de un negocio de carnes y ganados. Al morir éste en 1917, su madre, doña Bruna Cambra Soria, se hizo cargo del mismo, saliendo adelante en compañía de sus tres hijos Vicente, Elisa y Mercedes. Su madre y sus tíos José y Arturo Barrera, trataron de impedir al pequeño Vicente su afición e ilusión de convertirse en torero. La familia deseaba que estudiara y se preparara profesionalmente, siendo castigado en varias ocasiones, pero les fue imposible detener su pasión por los toros. Desde aquellos días, siendo todavía un chaval, se encerró en el matadero valenciano a practicar el toreo de salón.

Viajó a Baeza y de allí emprendió viaje hacia Linares para participar en un tentadero. El 15 de agosto de 1924, toreó en Torrente una becerrada vestido de corto, con gran éxito. El 7 de septiembre de 1924, se presentó en la plaza de toros Monumental de Valencia (España), ante novillos de la viuda de Concha y Sierra, triunfando, cortando cuatro orejas a los dos novillos que lidió. Alternó con los novilleros Barberá, Orengo y Ramón Siurana. Esa tarde significó su revelación como torero ante la afición valenciana, la cual enardeció de emoción.
Como novillero toreó: 17 novilladas (1925) y 32 novilladas (1926). El 25 de julio de 1926, un novillo de Surga, le infirió una herida en el escroto en la plaza de Linares (Jaén), perdiendo veinte novilladas. Resultó su primer percance. Fue el novillero que cosechó más cartel y contratos en su tiempo. Su primera gran temporada fue la de 1927, compitiendo con los toreros de su tierra valenciana, Manolo Martínez, Enrique Torres y Félix Rodríguez, nacido en Santander, pero considerado valenciano, porque se crió desde niño en esa ciudad. También rivalizó por todas las plazas de España con su compañero sevillano Francisco Vega de los Reyes “Gitanillo de Triana”.

El 13 de febrero de 1924, debutó el novillero Vicente Barrera en la plaza de toros Monumental de Barcelona (España), con su paisano Enrique Torres y el peruano Carlos Sussoni. Hubo gran expectación y el coso se llenó. Se lidiaron reses de doña Carmen de Federico (antes Murube). Los tres jóvenes novilleros fueron muy aplaudidos, resultando el triunfador Sussoni, que cortó una oreja al quinto novillo. Se presentó en Madrid el 14 de mayo de 1927, con el peruano Carlos Sussoni y Ángel C. Carratalá, pero su actuación fue desafortunada.
Como un dato curioso, Vicente Barrera fue el primer novillero que utilizó un aeroplano como medio de transporte para cumplir sus contratos y numerosos compromisos durante la temporada. El 12 de junio de 1927, toreó en Vacia, el 14 en Algeciras y el 15 de ese mismo mes, en Valencia. En esas fechas se trasladó vía aérea.

El 7 de julio de 1927, en la plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, obtuvo otro gran triunfo, cortando orejas y rabos a los dos novillos que enfrentó, de la ganadería de Villamarta, alternando con Francisco Vega de los Reyes “Gitanillo de Triana” y Mariano Rodríguez. El 17 de julio de 1927, en Málaga, mató tres novillos de la ganadería de Peñalver por cogida de su compañero de cartel Mariano Rodríguez. Esa tarde cortó cuatro orejas un rabo y la primera pata que se concedió por primera vez en La Malagueta. También actuó el novillero Luis Morales.

El 25 de julio de 1927, logró emular la hazaña de Rafael Guerra “Guerrita”, toreando con Francisco Vega de los Reyes “Gitanillo de Triana”, tres novilladas el mismo día; en la mañana en San Fernando (Cádiz), ante reses de Concha y Sierra, la segunda en Sevilla, ante novillos de Antonio Flores y la tercera por la noche en Córdoba, alternando Cantimplas con ellos, lidiando novillos de Romualdo Jiménez. Vicente Barrera ese día cortó en las tres novilladas orejas y rabos. 

El 31 de julio de 1927, en Málaga con la plaza llena, Vicente Barrera toreó con Francisco Vega de los Reyes “Gitanillo de Triana” y el novillero malagueño Andrés Mérida. Barrera, le cortó la oreja y el rabo al tercer novillo de la tarde de don Ramón Gallardo. Sin embargo, durante su actuación ante el peligroso sexto novillo, al intentar colocarlo en el tercio de varas, recibió una fuerte cornada de las llamadas “de caballo”, de dos trayectorias en el muslo derecho, calificada de grave, impidiéndole torear hasta el 11 de septiembre de ese año, cuando aún convaleciente, estoqueó su última novillada en Pegalajar (Jaén).
  • Alternativa de manos de Juan Belmonte
El 17 de septiembre de 1927, en la plaza de toros Monumental de Valencia (España), Vicente Barrera Cambra, tomó la alternativa de manos de Juan Belmonte, participando como testigo de la ceremonia su hermano José Belmonte, ante ganado de Concha y Sierra. El toro de su alternativa se llamó “Romano”, negro salpicado. Señaló el toricantano que estaba muy emocionado por encontrarse en el ruedo en compañía de Juan Belmonte. Vicente Barrera fue ovacionado al realizar el paseíllo, teniendo que salir al tercio para agradecer, montera en mano, el cariño del público. Barrera, estuvo bien toda la tarde, cumpliendo voluntariosamente, a pesar de llevar todavía las gasas de su grave cornada de Málaga. Fue muy aplaudido en todas sus intervenciones. Juan Belmonte estuvo colosal y cortó las dos orejas a sus dos toros, saliendo a hombros de la plaza. Su hermano Pepe Belmonte fue ovacionado en su último toro.

Finalizando la temporada de 1927, en la plaza de toros Monumental de Barcelona (España), Vicente Barrera conquistó un gran triunfo, realizando una fenomenal faena de muleta, poniendo al público de pie, siendo aclamado. Se le tributó esa tarde una de las más grandes ovaciones dadas a torero alguno en esa plaza. A partir de ese momento, se destacó como una de las grandes figuras del toreo. Vicente Barrera con motivo de la celebración de su cumpleaños, el 4 de diciembre de 1927 en Barcelona (España), fue honrado siendo invitado a un elegante y muy concurrido banquete ofrecido por el “Club Taurino Vicente Barrera” de esa ciudad. Ya había sido homenajeado igualmente con un almuerzo por la recién establecida “Peña Vicente Barrera” de Cornellá.

Confirmó su alternativa en Madrid, en corrida extraordinaria, celebrada el 24 de mayo de 1928, ante reses de don Graciliano Pérez Tabernero en compañía de los diestros Manuel Jiménez “Chicuelo” y Joaquín Rodríguez “Cagancho”. “Chicuelo” le cedió los trastos a Barrera para lidiar y dar muerte al toro de su confirmación de nombre “Jardinero”, siendo ovacionado. Esa tarde, el triunfador fue el sevillano “Chicuelo” que cortó las dos orejas al célebre toro “Corchaíto”.

En la feria de julio de 1928 en Valencia (España) toreó tres corridas con un gran éxito. Ante las serias ganaderías de Murube, Pablo Romero y Viuda de Concha y Sierra logró cortar tres orejas, dando seis vueltas al ruedo, siendo sacado a hombros las tres tardes seguidas por las calles de Valencia (España).
En agosto de 1928, Vicente Barrera sufrió un grave percance en San Sebastián, un toro le seccionó la vena safena. El 7 de octubre de 1928, obtuvo un triunfo apoteósico en la plaza de toros Monumental de Valencia (España), al cortar a su primer toro, las dos orejas, el rabo y una pata. Dos veces tuvo que dar la vuelta al ruedo y dos veces salió a los medios para agradecer la euforia del público. Al quinto toro, le realizó otra buena faena, cortando una merecida oreja. Los astados pertenecieron a la ganadería de Tovar. Toreó esa temporada unas 63 corridas.

Viajó a México la temporada de 1928-1929. Toreando unas 12 corridas en la plaza de toros de “El Toreo” de ciudad de México, D.F. triunfando, siendo ídolo de esa afición. Debutó el 11 de noviembre de 1928, alternando con Luis Freg y Fermín Espinosa “Armillita Chico” con toros de San Diego de los Padres. Fue recibido con una gran ovación, teniendo que dar la vuelta al ruedo para responder al entusiasta saludo del público mexicano. Estuvo bien en su primero, fue aplaudido en quites y ante su segundo toro de nombre “Judío”, escuchó constantes palmas, hizo una buena faena con la muleta y colocó media estocada liquidando a su enemigo. Escuchó una fuerte ovación, pero sintió dificultad para respirar por la altura de la altiplanicie mexicana, teniendo que acudir a la enfermería de la plaza. Los médicos lo evaluaron y le impidieron continuar su actuación, pues su corazón sufrió arritmia cardíaca, la cual atendieron con inyecciones y reposo.

En tierra mexicana sus más destacadas actuaciones fueron: El 25 de noviembre de 1928, cuando tuvo que estoquear seis toros, por un percance que sufrió su compañero de cartel, José “Pepe” Ortiz, al torear con la muleta. Vicente Barrera a pesar de estar herido en un talón desde el primer toro, tuvo una tarde fenomenal, cortándole las dos orejas y el rabo al quinto toro, de nombre “Moñito” de la ganadería de San Diego de los Padres. El 9 de diciembre de 1928, volvió a triunfar Vicente Barrera al cortarle las dos orejas y el rabo al toro “Formador” de la ganadería de San Mateo, al cual le dieron vuelta en el arrastre por la estupenda faena y estocada que dio el torero valenciano. Actuó con Joaquín Rodríguez “Cagancho” y Heriberto García. Viajó con su banderillero, el valenciano Alfredo David, su picador “Farnesio” y su mozo de estoques “Madrileño”. Durante su primera incursión en México, Vicente Barrera dio a conocer el lance con el capote al que llamaron “La Valenciana”; en España a ese lance lo llamaban “Talaverana”, por atribuirle a “Morenito de Talavera” su invención. Posteriormente, Fermín Espinosa “Armillita Chico” lo adoptó y se le bautizó como “Saltillera”. Es un lance semejante a la gaonera, pero en lugar de templar y mandar al toro, se gira en sentido contrario a la embestida del astado.

El 27 de abril de 1929, en la plaza de toros de Madrid, Vicente Barrera escuchó la mayor ovación que se le tributó en esa plaza. Fue en un mano a mano con Nicanor Villalta, quien triunfó esa tarde al cortar las dos orejas del quinto toro. El 6 de mayo de 1929, en Barcelona, Vicente Barrera logró una gran tarde, cortando dos orejas, a pesar que tuvo que recurrir al descabello. Muchos sombreros arrojó el público a la arena del ruedo como reconocimiento de su meritoria faena. El 6 de junio de 1929, en Madrid se celebró la corrida de la Competencia, lidiándose toros de Albaserrada. Se presentó el mano a mano entre Marcial Lalanda y Vicente Barrera. El torero valenciano triunfó al cortar tres orejas a dos toros. Toreó muy bien con el capote y estuvo muy alegre y artista con la muleta. En la feria valenciana de 1929, triunfó al cortar orejas y rabos a los nueve toros que lidió, escuchando música en siete de sus faenas.

El 25 de mayo de 1930, Vicente Barrera se presentó en Madrid compartiendo cartel con Martín Agüero y Ricardo González ante reses de don Indalecio García. El diestro valenciano tuvo una estupenda actuación. El público solicitó insistentemente la oreja, pero la Presidencia la negó, provocando que Barrera diera dos vueltas al ruedo entre aclamaciones y una “lluvia” de sombreros. El 26 de septiembre de 1930, Vicente Barrera en Córdoba, cortó dos orejas y rabo, saliendo a hombros de la plaza. Compartió cartel con Joaquín Rodríguez “Cagancho” y Francisco Vega de los Reyes “Gitanillo de Triana”. También destacaron sus triunfos en Bilbao, Figueras, Alicante, Palma, Montilla, Mérida, Segovia, Albacete, Valladolid, Salamanca, Cuenca, Murcia, Valdepeñas, Almería, Córdoba, Úbeda y Badajoz, siendo el matador de toros que más orejas cortó esa temporada.

En el año 1931 lo catalogaron como “El amo de las plazas”. Inició su temporada triunfando en Barcelona, Valencia, Málaga y Toledo. El 8 de marzo de 1931, Vicente Barrera le concedió la alternativa a Domingo Ortega, en Barcelona. El testigo de la ceremonia fue Francisco Vega de los Reyes “Gitanillo de Triana”. Ortega, el nuevo fenómeno descubierto por el viejo “Dominguín”, cortó una oreja al toro de su alternativa y fue sacado en hombros de la plaza.
El 26 de abril de 1931, Vicente Barrera triunfó en Barcelona (España) cortando orejas, siendo muy ovacionado. Repitió otro triunfo apoteósico en Barcelona, el 28 de junio de 1931 cortando las orejas de sus toros, entre las aclamaciones del público.
El 4 de octubre de 1931, en la Plaza de Toros Monumental de Valencia, se lidiaron reses de don Alipio Pérez Tabernero, para los diestros Vicente Barrera y Domingo Ortega, sensacional mano a mano en el que actuó como sobresaliente, Rafael Barberá. Ambos diestros fueron ovacionados toda la tarde. Al quinto toro, Barrera le realizó una magnífica faena, ante un público delirante de emoción, culminándola con una gran estocada, que fue premiada con las dos orejas y el rabo, siendo el triunfador de la tarde, saliendo a hombros de la plaza.

Vicente Barrera, durante la temporada de 1931, en la plaza de toros de San Sebastián (España), brindó un toro al célebre astro de la cinematografía Charlie Chaplin con quien aparece en la foto. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).


El 19 de mayo de 1932, en Madrid, en la corrida de la confirmación de alternativa de Juan Martín Caro “Chiquito de la Audiencia”, Vicente Barrera, testigo de la ceremonia, cortó las dos orejas de su último toro perteneciente a la ganadería del Duque de Tovar. Alternó con Félix Rodríguez, quien fue el padrino esa tarde. El 26 de mayo de 1932, en la plaza de toros de Toledo, se celebró la tradicional corrida del Corpus, Vicente Barrera cortó las dos orejas y el rabo a su primer toro. Alternó con Marcial Lalanda y Domingo Ortega, ante reses de don Argimiro Pérez Tabernero.

El 13 de julio de 1932, en la corrida de la Asociación de la Prensa, realizada en Madrid, ante un lleno impresionante, Vicente Barrera consiguió un triunfo fenomenal al cortar cuatro orejas y un rabo. Alternó con Marcial Lalanda, Manolo Bienvenida y Domingo Ortega. Se lidiaron reses del marqués de Villamarta. El 17 de julio de 1932, en Cádiz, se llevó a cabo la Corrida de la Prensa, ante toros de Guadalest, de don Manuel Camacho. El triunfador de la tarde fue Vicente Barrera, que cortó dos orejas a su primero; y una oreja a su segundo compartiendo cartel con Manuel Jiménez “Chicuelo” y Luis Gómez “El Estudiante”. Barrera, durante un banquete ofrecido en la noche, recibió una artística placa en plata cincelada, obra del artista Manuel Ruiz Ríos.

En la feria de Pamplona de 1932, tuvo una actuación espectacular. Toreó tres tardes, estoqueó cinco toros y cortó nueve orejas, cuatro rabos y una pata. El 7 de julio, alternó con Marcial Lalanda y Domingo Ortega, ante reses de Manuel Blanco. El diestro valenciano triunfó cortando tres orejas y un rabo. Al día siguiente, volvió a triunfar actuando con Marcial Lalanda, Nicanor Villalta, Luis Fuentes Bejarano, Domingo Ortega y Jaime Noaín, ante toros de Santa Coloma. El valenciano Barrera cortó dos orejas y rabo. Su última y mejor actuación de la feria fue el 10 de julio, ante ocho toros de los Herederos de Hernández (Encinas), actuando con Nicanor Villalta, Luis Fuentes Bejarano y Jaime Noaín. Barrera cortó esa tarde cuatro orejas, dos rabos y una pata, enloqueciendo a los presentes.
Sobre Vicente Barrera expresó Cossío que muy pocos toreros podían presumir de una campaña así, refiriéndose a la temporada de 1932. De 131 toros que le correspondieron, les cortó las orejas y el rabo a 104.

El 18 de julio de 1933, en Mont de Marsán (Francia), Barrera triunfó cortando una oreja a su primero y las dos orejas y el rabo a su segundo, con salida triunfal. Actuaron los diestros Marcial Lalanda y “Chicuelo”. Las reses lidiadas pertenecieron a don Esteban Hernández.
El 15 de abril de 1934, se llevó a cabo la Corrida de la Prensa valenciana, en la plaza de toros Monumental de Valencia, fue un mano a mano entre Vicente Barrera y Domingo Ortega, ante un lleno imponente. Los toros pertenecieron a la ganadería de don Antonio Pérez, de San Fernando. A su primer enemigo, Barrera le realizó una gran faena, cortando la oreja y el rabo; en su segundo, dio una vuelta al ruedo y en su tercero, fue ovacionado. Ortega, fue también muy ovacionado toda la tarde, a pesar que le tocaron en suerte dos toros que no se prestaron para la lidia. 

El 3 de junio de 1934, en la segunda corrida de la feria de Granada, en la nueva plaza de toros, Vicente Barrera obtuvo un clamoroso triunfo cortando una oreja a su primero (con petición de rabo) y a su segundo, le ejecutó una faena de ensueño ante un público delirante de emoción. Colocó una gran estocada matando al toro sin puntilla, cortó dos orejas y rabo. Alternó con “Armillita” y Domingo Ortega, ante reses de don Argimiro Pérez Tabernero. “Armillita” cortó al quinto toro de la tarde, dos orejas, un rabo y una pata. Ortega recibió fuertes aplausos.
Vicente Barrera se ubicó entre los tres matadores de toros más triunfadores de la temporada de 1934, junto a Juan Belmonte y Marcial Lalanda. Viajó a Perú para la temporada de 1934-1935. El 16 de diciembre de 1934, triunfó en Lima, en un mano a mano con Cayetano Ordóñez “Niño de la Palma”, ante reses de Villagodio. No pudo extender sus contratos en esa plaza, porque tuvo que cumplir compromisos y embarcarse para torear en Venezuela.

  • Vicente Barrera en la Feria de Maracay (Venezuela)
Para la Feria de Maracay de 1935, los hermanos Juan Vicente y Florencio Gómez Núñez, contrataron como base de sus carteles a las grandes figuras del toreo de España, el genial artista sevillano, Manuel Jiménez “Chicuelo” y el diestro valenciano Vicente Barrera. Ellos actuaron en las tres corridas de la Feria de Maracay de 1935. El notable torero valenciano, durante su estadía en Venezuela, se hizo muy amigo de mi abuelo Florencio Gómez Núñez, quien lo recordaba con especial cariño. Contaba que tenía una esencia de artista y poseía una personalidad inconfundible. Siempre se inspiraba y cumplía con su público, convirtiéndose en un torero triunfador por excelencia que dejaba satisfecha, animada y enloquecida a la afición con su arte. Fue un diestro muy valiente y dominador con la muleta, quien sobresalió por su perfecta y contundente ejecución del descabello.

A la izquierda: Florencio Gómez Núñez y su gran amigo Vicente Barrera en la ganadería “Guayabita” (Venezuela). A la derecha: el diestro valenciano actuando en la Maestranza de Maracay (Venezuela), durante la temporada de 1935. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

La primera corrida de la Feria de Maracay, se celebró el 18 de enero de 1935, actuaron los diestros españoles Manuel Jiménez “Chicuelo” y Vicente Barrera en compañía del matador de toros mexicano David Liceaga. Se lidiaron tres toros media casta de “La Providencia”, propiedad de los hermanos Gómez Núñez, y tres toros de pura casta de don Graciliano Pérez Tabernero. Presenció la corrida el Gral. Juan Vicente Gómez, Presidente de la República de Venezuela, siendo recibido con grandes aplausos al hacer su entrada en el palco. Lo más vistoso y destacado de la corrida fueron los quites con el capote realizados por “Chicuelo” y Barrera al cuarto toro de don Graciliano Pérez Tabernero que permitió el lucimiento de ambos, hasta provocar el delirio del público que premió la belleza de sus quites lanzando prendas y sombreros al redondel. Barrera logró dominar las escasas embestidas de sus toros con sus característicos pases iniciales sentado en el estribo, toreando muy cerca de los pitones y realizando unas faenas meritorias llenas de valor, con pases cambiando la muleta de mano, molinetes y remates de pecho de excelente ejecución. Destacaron sus certeros descabellos, recibiendo fuertes ovaciones y una vuelta al ruedo por parte del público. El diestro mexicano David Liceaga, sufrió una cornada de 15 centímetros de profundidad en la axila por un toro media casta de “La Providencia”, convirtiéndose en el primer torero herido por asta de toro en la Maestranza de Maracay.

En la segunda corrida de Feria, celebrada el sábado 19 de enero de 1935, actuaron los diestros Manuel Jiménez “Chicuelo”, el ídolo venezolano Eleazar Sananes “Rubito” y Vicente Barrera, enfrentándose a tres toros media casta de “La Providencia”, de los hermanos Gómez Núñez, y tres de pura casta de don Antonio Pérez Tabernero. Esa corrida fue histórica y memorable para “Chicuelo” que hizo al público presente aplaudir enardecidamente su extraordinaria faena, considerada como la más grande realizada en Venezuela al toro “Carpintero” de don Antonio Pérez Tabernero. Vicente Barrera logró una gran faena al sexto toro de la tarde al que le cortó las dos orejas y el rabo.

Al día siguiente, la crónica taurina del periódico “El Nuevo Diario”, reseñó así su actuación:“Manuel Jiménez “Chicuelo” y Vicente Barrera cortan orejas y rabos. Sananes cumplió. Los toros de Antonio Pérez de San Fernando, excelentes, y buenos los de La Providencia. La corrida fue prestigiada por el Presidente de la República, Benemérito General Juan Vicente Gómez, sus familiares y Cuerpo de Edecanes. “Chicuelo” y Barrera, Barrera y “Chicuelo”, fueron ayer máximos representantes de lo que debe ser el toreo en todas sus fases. Desde el alarde de valor hasta la pinturería, pasando por el dominio y el arte, demostraron ante los miles de espectadores atónitos, lo que debe ser el toreo cuando se cuenta con el elemento toro.
Vicente Barrera trajo a la plaza un cargamento de valor, de arte y ciencia torera que repartió a manos llenas. Obligar a miles de espectadores, entre ellos cientos de damas, a permanecer de pie durante media corrida, es algo que no se comprende, pero qué le van a hacer, si ellos son así.
No bien hubo terminado “Chicuelo” de lancear su toro cuando Barrera estaba ya a dos dedos de los pitones ofreciéndole la seda para dibujar en el aire de Aragua unas verónicas. ¿Se puede pasar un toro más cerca, más quieto, más erguido ni mandón que eso? Si está por ahí que salga que quiero verlo para dedicarle una crónica, con todos mis respetos y con el sombrero en la mano como persona de diplomacia.
¿Con la muleta qué hizo? Se sentó en el estribo, cómodo, como si estuviese sentado en un sillón allá en su casa de Valencia. Sólo le faltó pedir un tabaco y el periódico, y así, tranquilino, estiró la mano un poquito así, haciendo que el toro pasase tres veces sin él molestarse gran cosa. Pero como con eso no se completa una faena le salió a los medios y siempre, con gracia enorme, pisándole al toro un terreno comprometidísimo. Lo pasó de todas las formas, pases afarolados, cambiándose la muleta por la espalda, arrodillado y obligando al bicho a tomar el trapo cogiéndolo de un pitón. Algo así como lo hace siempre, todas las tardes, justificando su nombre de figura máxima de toreo. Esas pesetas no valen el oro de 22 quilates de una faena de Vicente Barrera, el torero más grande que salió de Valencia.
Por eso, cuando Barrera montó el estoque y dejó media en todo el hoyo de las agujas que mató a su enemigo sin puntilla se cubrió el circo de pañuelos, que pedía el máximo galardón para el diestro, que cortó las dos orejas y el rabo. Así fue como Manuel Jiménez, “Chicuelo” y Vicente Barrera, escribieron la página máxima en los anales de la tauromaquia en Venezuela, que nadie podrá empañar. Al final de la corrida, fueron obligados por el público a salir al tercio a recoger juntos una tremenda ovación”.

La tercera y última corrida fue celebrada el domingo 20 de enero de 1935, con los matadores Manuel Jiménez, “Chicuelo”, Vicente Barrera y Juan Martín Caro, “Chiquito de la Audiencia”. Marcó un gran acontecimiento taurino, resultando una corrida histórica, porque por primera vez en Venezuela se lidiaron, en una misma corrida, seis toros españoles de pura casta, tres toros de don Graciliano Pérez Tabernero, de Salamanca y tres toros de pura casta de don Antonio Pérez, de San Fernando (Salamanca). Se registró un lleno hasta la bandera. No quedó una sola localidad vacía en el magnífico coso y horas antes de sonar el clarín se habían colocado los letreros de “No hay billetes”. El palco principal fue ocupado por el Presidente de la República, Benemérito General Juan Vicente Gómez, miembros de su familia y Cuerpo de Edecanes.
El despejo fue encabezado por el rejoneador don Miguel Cuchet montando una hermosa jaca española. Vicente Barrera, consiguió otro resonante triunfo realizando una faena variada y completa que le valieron las dos orejas y el rabo de su segundo toro. Barrera estuvo desafiante ante un toro difícil y con genio, pero logró conectar con él lidiándolo con mucha exposición. Sentado en el estribo recibió a su enemigo, embarcándolo con mando, temple y suavidad. Ligó varios muletazos de calidad y mató de una estocada entera, en todo lo alto, fulminando a su enemigo sin puntilla. El público estuvo eufórico con Vicente Barrera por lo demostrado ante la cara del toro. La ovación fue intensa, teniendo que dar la vuelta al ruedo entre aclamaciones.

El 3 de febrero de 1935, en el Nuevo Circo de Caracas, Vicente Barrera cortó orejas y rabo. Alternó con los diestros Manolo Martínez y David Liceaga. Se lidiaron tres toros del conde de Casal y tres criollos de Juan Vicente Ladera. La corrida resultó exitosa destacando las faenas de Vicente Barrera llenas de emoción y gran calidad artística. 

Vicente Barrera Cambra y su nieto Vicente Barrera Simó, su digno sucesor. Dedicatorias de una amistad sincera: “A mis amigos Juan Vicente y Florencio con todo mi afecto Vicente Barrera Cambra, Maracay, 21 de enero de 1935”. “Para la familia Dupouy Gómez, tras más de 75 años de amistad entre nuestras familias, Vicente Barrera Simó”.(Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).


El 10 de febrero de 1935, en el Nuevo Circo de Caracas, se lidiaron seis toros de pura casta: tres de la ganadería de Pérez Padilla y tres del conde de Casal. Vicente Barrera, concluyó sus actuaciones en Venezuela. Estuvo esa tarde, acompañado por los diestros Manolo Martínez y Juan Martín Caro “Chiquito de la Audiencia”. Posteriormente, Barrera se embarcó en el vapor “Caribia”, rumbo a Santander (España).
A mediados de febrero de 1935, Vicente Barrera organizó un festival taurino, para recaudar fondos para el albergue de la Asociación Valenciana de la Caridad. El albergue era de dos pisos, comedor y 375 camas para las personas más necesitadas. El 22 de septiembre de 1935, en Logroño, al dar muerte al cuarto toro de la corrida, Vicente Barrera anunció su retiraba de los ruedos. Alternó esa tarde con Manolo Bienvenida y Curro Caro, lidiando toros de Félix Moreno Ardanuy. El 6 de septiembre de 1936, reapareció Vicente Barrera en Valencia (España) con un gran éxito, cortando dos orejas a sus toros de la ganadería de Saltillo. Sus compañeros de cartel fueron los novilleros Cerdá, Chatet, Vicente Fernández y “Martincho”.
El 24 de julio de 1942, en la plaza de toros Monumental de Valencia, se presentaron los diestros Vicente Barrera, Juanito Belmonte y Manuel Rodríguez Sánchez “Manolete”. Se lidiaron reses de Villamarta. Vicente Barrera realizó a su primero una faena magnífica, pero lamentablemente no tuvo suerte con la espada. Se le concedió una oreja, que el diestro rechazó al no ser mayoritaria la petición, dando una vuelta al ruedo. Belmonte estuvo excelente; cortó a sus dos toros, la oreja y el rabo. “Manolete” en su último toro estuvo fenomenal al hacer una grandiosa faena, que fue premiada con las dos orejas, el rabo y dos patas. El 3 de mayo de 1945, en la plaza de toros Monumental de Barcelona, mató su última corrida, en compañía de Fermín Espinosa “Armillita Chico”, Silverio Pérez y Luis Miguel Dominguín, lidiando toros de Manuel González, de Salamanca.
Toreó: 63 corridas (1928), 66 corridas (1929), 69 corridas (1930), 70 corridas (1931), 65 corridas (1932), 63 corridas (1933), 57 corridas (1934) y 47 corridas (1935). Todas ellas, entre los primeros puestos del escalafón taurino. Sus últimos años toreó: 8 corridas (1944) y 3 corridas y un Festival (1945). Como matador de toros no toreó en la plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla y nunca lidió toros de Miura, por desavenencia con el ganadero.

El 30 de noviembre de 1956, se informó por la prensa que el maestro Vicente Barrera Cambra se encontraba gravísimo. Había sido operado en el mes de julio de ese año de un tumor canceroso en la cabeza, aunque la operación fue un éxito, la enfermedad persistió falleciendo, el 11 de diciembre de 1956, a la edad de 48 años. Fue enterrado en el Cementerio General de Valencia (España). El 10 de enero de 1957, se ofició a las 11:00 a.m., un funeral en la iglesia parroquial de San José en Madrid. La Agrupación Sindical de Toros y Novillos, representada por don José María Zaragoza y don Mario Salazar; don Cristóbal Becerra, quien fuera apoderado de Vicente Barrera, organizaron el sufragio por el extinto torero. Entre los asistentes al funeral, destacaron los maestros Domingo Ortega, Marcial Lalanda, Antonio Márquez, Vicente Pastor, Antonio Bienvenida, el conde de Colombí, Nicanor Villalta, Victoriano de La Serna y Curro Caro, entre otros.

  • Afecto hereditario entre familias taurinas
Mi abuelo, Florencio Gómez Núñez, siempre recordaba con cariño a su amigo Vicente Barrera Cambra y nos contaba lo importante que fue en su época como figura del toreo. Comenzando la década de los años noventa, recientemente inaugurada la televisión por cable en Venezuela, mi abuelo se enteró, observando el prestigioso programa taurino “Tendido Cero”, de los inicios como novillero de Vicente Barrera Simó, quien se anunciaba en los carteles con el mismo nombre y apellido de su legendario abuelo. Eso le emocionó mucho, trayéndole entrañables recuerdos de aquella feria de Maracay (Venezuela) en donde había participado su viejo amigo Vicente Barrera Cambra en 1935. Su nieto, Vicente Barrera Simó, aquel joven novillero que pudo apreciar mi abuelo por la pantalla de televisión, tomó la alternativa el 25 de julio de 1994, de manos de Curro Romero actuando como testigo Miguel Báez “Litri”.
Vicente Barrera Simó, gracias a su profunda afición, dedicación y conocimiento, logró destacarse a pesar del enorme peso que acompañaba la historia taurina de su apellido, convirtiéndose en una figura importante del toreo. Lamentablemente, mi abuelo Florencio, falleció el 31 de diciembre de 1995 y no pudo apreciar el desarrollo y ascenso de la carrera de Vicente como digno sucesor de su abuelo.

Tuve la oportunidad de conocer a Vicente Barrera Simó, personalmente, en el hotel Caracas Hilton cuando se anunció su debut en el Nuevo Circo de Caracas (Venezuela) en la tradicional Corrida de la Prensa, el 19 de enero de 1997. Vicente Barrera compartió cartel con el venezolano “Morenito de Maracay” y el mexicano Alejandro Silveti, lidiando toros de “Rancho Grande”. Por la mañana, Vicente Barrera bajó al lobby del hotel para disponerse a entrenar con Vicente Yestera, su gran subalterno. En ese momento, aprovechamos la ocasión, mi hermano Miguel y yo para saludarle y obsequiarle como recuerdo unas fotografías de su abuelo cuando toreó en la Maestranza de Maracay en 1935. Vicente, se contentó mucho apreciando el bonito detalle y nos dijo que nos pondría en contacto con su padre don Leopoldo Barrera Risueño. Por la tarde, compartimos una amena tertulia y un café con don Leopoldo, un ser encantador, muy simpático, de carácter sencillo, quien nos trató como si lo hubiésemos conocido de toda la vida. Don Leopoldo nos contó que trató de mantener a su hijo Vicente alejado del interés taurino, porque sufría mucho y prefería que se dedicara a sus estudios universitarios y terminara su carrera de Derecho. Por eso Vicente Barrera Simó, comenzó tardíamente el inicio de su carrera taurina.

Años más tarde, nos reencontramos en Maracay (Venezuela). Vicente Barrera regresó para debutar en la Maestranza de Maracay, el mismo histórico coso en el que había triunfado su abuelo en 1935. Su nieto debutó en la Corrida de la Municipalidad, celebrada el 13 de marzo de 2004, compartiendo cartel con Oscar Higares y el venezolano Ramón Guevara. Resultó una bonita tarde de toros llena de recuerdos, como si el tiempo se hubiese detenido. Vicente Barrera cortó una oreja siendo fuertemente ovacionado. Finalizada la corrida, acudimos al hotel para felicitarle, compartiendo entrañables recuerdos con él y su querido padre don Leopoldo. La tauromaquia estrechó lazos de unión y profundo cariño entre nuestras familias.

La familia Dupouy Gómez compartiendo su amistad con don Leopoldo Barrera Risueño, hijo del legendario maestro Vicente Barrera Cambra y su nieto Vicente Barrera Simó en Venezuela, entre los años 1997 y 2004. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

Vaya mi especial recuerdo dedicado en este artículo a la muy querida familia Barrera. ¡Grande en la historia del toreo y en la amistad!

Rafael Dupouy Gómez