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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

jueves, 11 de enero de 2018

Mientras la calle contraataca los profesionales ruegan / por Carlos Bueno



La directora de la próxima televisión valenciana sentenció que no habrá toros en el nuevo canal. Pero ante la contundente carta que de inmediato publicaron los aficionados a los festejos populares, el Consejo Rector desdijo a la directora asegurando que no olvidará los Bous al Carrer. Entretanto los profesionales del sector siguen de brazos cruzados.



Mientras la calle contraataca los profesionales ruegan. 

La directora de la próxima televisión valenciana sentenció que no habrá toros en el nuevo canal. Pero ante la contundente carta que de inmediato publicaron los aficionados a los festejos populares, el Consejo Rector desdijo a la directora asegurando que no olvidará los Bous al Carrer. Entretanto los profesionales del sector siguen de brazos cruzados.

Cuando 2017 pegaba sus últimos coletazos, una entrevista a Empar Marco, directora de la futura televisión valenciana, indignaba a los aficionados a la tauromaquia. “No habrá toros en este canal. Es una decisión absolutamente tomada. Fiestas y tradiciones sí, toros no”, afirmaba la jefa del proyecto televisivo en el diario El Mundo. Una declaración tan tajante y categórica, tan evidente en su intención, tan apartada de una hipotética realización de un estudio sobre el interés que suscita la tauromaquia, tan lejos de intentar un mínimo diálogo con los interesados, de un presunto propósito de reconsideración, sólo puede entenderse desde la posición de un antitaurino recalcitrante, de un censor sectario, de un dictador intransigente.

No se puede hablar así cuando se presume de representar a todo un pueblo. Porque la razón de ser de A Punt, que así se llamará la nueva televisión valenciana, es la de ofrecer un servicio público de proximidad a toda la ciudadanía, a toda. Según su ley de creación, A Punt dará cobertura a las noticias relevantes en la vida de los pueblos y ciudades de la Comunidad sin olvidar las tradiciones. “Fiestas y tradiciones sí, toros no”, afirmaba la señora Marco. ¿Pero cómo puede ser entonces? ¿Es que acaso la tauromaquia no es una fiesta y una tradición? El argumento para dejar los toros fuera de la parrilla sería irrefutable si la directora hubiese esgrimido que la razón es que ella manda y a ella no le gustan, pero sacarlos del saco de las fiestas y tradiciones es de traca.

De inmediato, la Federación de Peñas de Bous al Carrer de la Comunidad Valenciana dirigió una carta contundente a la directora del ente. En ella expresaba que, una televisión pública valenciana que debe dar cabida a todos los contenidos de la tierra sin excepción, no podía entenderse sin toros, le invitaban a informarse sobre las audiencias de Canal Sur, Tele Madrid, CCM o Aragón Televisión para que cotejase la aceptación de este tipo de retransmisiones, le facilitaban los aplastantes datos de realización de festejos taurinos en Valencia y le invitaban a compartir un día de Bous al Carrer para que pudiese comprobar en primera persona el interés que despiertan los festejos populares y para ayudarle a superar sus complejos taurinos.

La carta no tenía desperdicio. Directa e inapelable. En 2017 se celebraron en la Comunidad Valenciana 9.712 festejos de Bous al Carrer, 3.200 jornadas en un año. Siete de cada 10 días se celebraron festejos populares en los que participaron millones de personas y que estuvieron organizados por unas 4.000 peñas. Es evidente que los toros interesan a pesar de lo que dicen aquellos a quienes no interesan. Ante la publicación de la incontestable carta de los aficionados, la reacción del Consejo Rector del nuevo canal de televisión también fue instantánea, rectificando a la directora y asegurando que “no olvidará los Bous al Carrer en su programación”.

Bravo por la gente de la calle, que organiza, paga y defiende sus festejos. Han vuelto a dar una lección a los profesionales del toreo que siguen de brazos cruzados desde hace tres siglos. Los que pagan se han movido para preservar su afición, mientras los que viven de esto disfrutaron de la pasada Nochevieja y del día de los Reyes Magos apartando la vista del problema. Los empresarios de las plazas de la Comunidad Valenciana brindaron por un próspero 2018 esperando que todo se solucione por arte de magia. Pasaron las navidades a Dios rogando pero sin ningún mazo dando. Y si todo continúa así será cuestión de seguir rogando, o a los Bous al Carrer irse aficionando.

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